La botigueta de l'Alex

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Que Grande es el Cine, by Elnan

Palaceteños

Sara Carbonero, Musa Oficial

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jueves, noviembre 30, 2006

Falsete II, by Penélope

Los primeros pasos de Eldeuet

Los días en Palacio transcurrían lentamente para Pe. Los únicos momentos en que se olvidaba de su amarga existencia era cuando podía cuidar del pequeño Eldeu.





Pero claro, éste iba creciendo y ya no fue necesario amamantarlo más.
En su infinita crueldad, sus altezas reales Fórceps de Mono y Mono de Fórceps decidieron separarlos y contratar para suplirla a un transexual que desde hacía tiempo merodeaba por Palacio.
Era dicho transexual algo viciosillo, más de pensamiento que de obra dado el poco éxito del que gozaba entre el personal masculino…
Así fue como Alex empezó a darle al pequeño Eldeu sus primeras papillas, a hacerle sus primeros dibujos, a maquillarlo y a compartir sus juegos.





Muchas tardes, cuando jugaba con el niño en los jardines le daba la impresión de sentirse observado… y no se equivocaba.
Amparándose en los setos de delimitaban el jardín, cada tarde Raimon acudía para ver a su niño a hurtadillas. No en vano lo había gestado durante 14 meses en su propio colon (de todos es sabido que el hombre necesita más tiempo para gestar que la mujer, bueno en general necesita más tiempo que la mujer para todo…)
Desde que Oscarini lo había abandonado, incapaz de soportar sus cambios de humor y su egocentrismo (y sabe Dios que lo había intentado con infinitas dosis de paciencia), Raimon hizo lo único que sabía hacer… vender su cuerpo.

La madame del lupanar al que acudían todos los marinos y mineros de la región lo había acogido por pura lástima:

-Está bien, podrás ejercer tus “artes” en el establo.
-Gracias Maki, sabré como agradecértelo.
-Bien, puedes empezar con esos dos que me han pedido un trío: Jordi, Ant, hoy vais a probar algo nuevo…

Se hizo popular, no por sus habilidades sino porque no le hacía ascos a nada y por lo barato de sus servicios (alguna galleta de chocolate o colillas chupadas)





Había pasado más de un año desde que Oscarini se embarcara en un carguero rumbo a Palencia, cuando regresó a puerto.
Lo primero que hizo al pisar tierra fue entrar en una taberna cercana y allí oyó una conversación que lo dejó helado:

-Oye Sub, no entiendo que le ves, debe pesar más de 300 Kg y parece que lo haya maquillado Tapies…
-Ya Parado, ya…pero entre que mi mujer está hecha una coneja y que Raimon lo aguanta todo, además de lo agradecido que es. No veas la carita que se le pone cuando le pago con mis colillas de Nóbel.
-Sub, tú crees que alguna vez ha sido normal?
-No creo, pero comentan que casi pareció humano mientras tuvo a su hijo en brazos.






A Oscarini se le erizaron las pestañas, el perro de Rai había abandonado a su hijo!… sólo pudo sentir asco y algo de lástima por el pobre desgraciado.

La conversación entre los dos mineros continuaba y por ellos averiguó que en Palacio se criaba el heredero. Esto último le sorprendió muchísimo, pues de todos era sabido la famosa “flojera de remos” del Rey y la continua narcolepsia de la Reina.

Empezó a atar cabos y decidió dirigirse al Palacio.




Mientras tanto Eldeuet seguía con su vida regalada al lado de Alex.
Oscarini se quedó observando al niño con curiosidad, en la lejanía, cuando de pronto éste hizo algo que le llamó la atención:

Ante la desesperación de Alex, Eldeu se dedicaba a arrancar las cabezas de sus Barbies y después de pisotearlas, chutaba y chutaba…







En ese mismo instante Oscarini comprendió que tenía delante a su hijo…

miércoles, noviembre 29, 2006

Episode VVII, by Parado de Asúa


Soler el traidor




Era un día como otro cualquiera para Parado, interminables colas a la espera de un trabajo acorde con su esmerada formación académica. Era un soelado día invernal, Parado lucía camiseta de imperio que dejaban ver sus musculosos y tatuados bíceps, “Amor de Rai” se podía leer en uno de ellos. Le acompñaba su fiel y servicial Álex en tan estéril trabajo.

-Coja el móvil Álex.
-Pardiez, Don Parado, como sabe que está sonando sí le he puesto el vibrador?
-Por su cara de placer, cuantas veces le he dicho que le busque otra funda al móvil.
-Es Subcomander del Palacete, requiere sus servicios de inmediato.

Me quedé de piedra pómez, algo grave debía pasar en el Palacete para que alguien se atreviera a llamarme a mi private line.






-Hoy tampoco podré fichar, pensé en voz baja.
- Álex, debemos ir al Palacete inmediatamente, y lo jodido es que servidor hoy ha venido a currar en transporte púbico.
- No se preocupe Don Parado, sí quiere le puedo llevar yo.
- Usted siempre tan solícito, respondió Parado, que de un brutal brinco se subió a la grupa de Álex.
- Peso? , preguntó Parado.
- No sé preocupe, lo imporatnte es sentirse útil, asintió Álex.

El camino al Palacete era duro y empinado, mientras remontaban la calle Mercaders, fueron testigos de un incidente, al final del callejón una docena de taxistas apaleaba y enculaba a un pobre diablillo.

- Intervenimos?, preguntó Álex.
- Deje, deje, tratándose del gremio de taxistas, seguro que tienen razón. Algún desaprensivo, de esos que llama y da una dirección falsa. Le está bien empleado.

Seis horas después, al caer la mañana, estaban frente a la verja de 6.12 m de altura del viejo Palacete.

- Está cerrado, musitó Álex.
- No problem- contestó Parado que haciendo uso de su pértiga, se plantó en los jardines del Palacete.
- Cúbrame la retaguardia Álex, y nunca mejor dicho, pues todo aquel que entra en Palacete ve peligrar su ojete, y tome la filiación de todo aquel que trate de entrar o salir.





Los hechos que paso a relatarles a continuación son rigurosamente ciertos, y todo parecido con la ficción es pura realidad. El jardín era un impresionante tomatal, de cuyo cuidado se encargaban bellos púberes. No me fue difícil alcanzar la puerta principal sin ser visto, estaba entreabierta, al entrar me topé con la criatura más bella que jamás había visto en mi vida, fue como un flechazo, permanecimos en silencio mientras nos escrutábamos con la vista. De repente una voz ronca y grave rompió la magia del momento.

- Sr Parado, déjese de mirar al espejo y acompáñeme.
- Bonitas tetas, Pe, le han crecido desde la última vez que se las toqué.
- Le apetece una cubana?
- No, soy abstemio, mejor un trifásico de anís Las Cadenas.
- Como quiera, usted se lo pierde. Rumorólogo, prepárele un trifásico.- ordenó Pe, mientras trataba de seducirme.
- La leche la prefiere natural o de vaca ?- preguntó Rumorólogo maestro del ordeño.
- Natural, por supuesto.
- Aquí la tiene, recien ordeñada- contestó Rumorólogo mientras se abrochaba la cremallera.






Mientras apuraba mi trifásico, oí una musiquilla proveniente del despacho anal, era el Macho Man de los Village People. Maki, la Rambla, Sub y Towers se habían abandonado a los placeres carnales y se sodomizaban una vez sí y otra también, ante la impávida mirada de Pe, que parecía más turbada de lo normal.

-Ordem e progresso, gayones- grité con férrea voz.
-Que está pasando aquí, atajo de depravados y gandules sodomitas- volví a gritar mientras abofeteaba al subcomander.
- Danzamos por Soler, le pedimos al Dios Mercury que lo cure, está agonizando- acertó a balbucear Subcomander. Éste, estaba más desarrollado de lo normal, su cuerpo estaba perfectamente moldeado y fibroso producto de su castración. Eso sí, su voz le delataba al muy eunuco.
- Ah, Parado, ya está usted aquí, le pondré al corriente de todo.

Al oir esa voz, erecté, era Rai, con el que había tenido algún que otro escarceo amoroso en nuestra ya lejana juventud, cuando éramos miembros de honor de la Falange. Al vernos, después de tantos años, nos besemos y nos magreemos nuestras impúdicas partes.

- Mire Parado, Fórceps está desaparecido, creemos que ha sido secuestrado. Y Soler consume sus últimos minutos de vida en sus aposentos públicos. Usted es nuestra última esperanza. Sígame.

Rai vestía bata quirúrgica abierta por la espalda que apenas cubría sus cojones. Mientras subíamos a la planta noble por la escalera de caracol, el movimiento oscilatorio de su cimbrel casi me hipnotizaba.

El hedor en la alcoba era nausebundo, la atmósfera irrespirable. El Doctor Bé y Joan CG, uno por su condición y otro por estar próximo a la jubilación ejercían de plañideras. Soler llevaba horas delirando, hablaba de Vladivostok, de polacas, de pajarracos, operación libertaz y otras sandeces impropias de un hombre como Soler. Su rostro se asemejaba al de Carmen de Mairena.. Salanova se apresuraba a tacografiar los delirios de grandeza del futuro finado.

- Creemos que Soler era un traidor a la causa.Fue visto por última vez ayer mientras cenaba en el Siete Puertas, acompañado de una enigmática rubia y un tiparraco raro. Mandé a Gómez a seguirle, pero lo perdió- argumentó Raimon.
- Pero a quien se le ocurre mandar a Gómez, pero no ves que aún lleva el disfraz de camuflaje del siglo pasado. Sí aún lleva el logo de Zanussi, -abronqué a Raimon.
- Por suerte pudo recuperar de la basura una servilleta usada, eso sí, está en escritura cuneiforme. Que venga el traductor de francés- dijo Raimon.

Por la puerta apareció un tal Kim, tipo raro donde los haya, un rastafiore, que decía trabajar en Francia y dominar el francés.

- Lo siento, soy incapaz de traducir esto, parece que habla de un tal X, aunque yo lo que domino es el francés oral, no el escrito- dijo el traductor.
- Será mamón – le espeté, mientras me encerraba en mi mismo tratando de encontrarle algo de lógica a todo aquel galimatías.
- El veneno le fue introducido por vía rectal, y dado el diámetro, creemos que fue un arma de fabricación togoleña- sentenció Dr Be.

Rápidamente lo entendí todo, la trama polaca, Soler había sido envenenado con un potente veneno llamdo Polonio, suministrado por el agente X, en complot con la polaca. Soler les había vendido al Capitán a cambio de un nuevo software llamado Ubuntu. Pero la trama togoleño-polaca había decidido eliminar a Soler, sabía demasiado del contacto ruso y de la entrega trampa en Valdivostok.. Soler, en sus delirios pre mortem, nos había advertido a todos del peligro que corríamos. El muy cabrón era un traidor, pero un traidor mártir. En aquel momento, llevado por la euforia, agarré la motosierra y comencé un cruel y sangriento festival de sangre y miembros amputados, eso sí procurando no matar a nadie, porque sino no valen para otra historia.

Decidí trocear a Soler e introducir los retales en cómodos fascículos envasados al vacío para su posterior comercialización como alimento de ciclistas. Mientras manipulábamos al fiambre, Rai se percató que en una esquina de la cámara mortuoria alguien lloraba al muerto, era Ant, quien miembro en mano, descargaba su ira sexual ante tan sensible pérdida, con Soler se iba más que un amante, ahora ya no podría comentar las estúpidas teorías sobre Lost con nadie. Una fina lluvia de confeti seminal cayó sobre nuestras cabezas.

- Ahora sí que me apetece la cubana, Pe- exclamé como un poseso.

Mientras corría tras la musa Pe, pude ver con el rabillo del ojo la televisión, la CNN, que titulaba:
“Hallado en estado de coma y violentamente percutido el Capitán, cerca de la calle Mercaders”






Mientras, mi fiel Álex, en el exterior del Palacete tomaba la filiación a una extraña criatura rubia que hablaba en lenguas extrañas.

A muchos kilómetros del Palacete, un muchacho era feliz, con el diez a la espalda, conseguía debutar en primera división y marcar un gol de penalty. Eldeu, por fin debutaba en la liga polaca.

domingo, noviembre 26, 2006

Episode VVI, by Jordi Valle-Inclán

Sangre, Sudor y... ¿Lágrimas?
...o cómo la 'Operación Libertaz' acabó convertida en 'Operación Fracaso Total'
La neblina en el callejón hacía que la temperatura descendiera unos grados más y convertía la noche de Valdivostok en lo más parecido a una cámara frigorífica que Raimon hubiera conocido jamás. Los ecos de sus pisadas despertaban reverberaciones que le llegaban al oído desde todas partes. A estas alturas ya no sabía si lo estaban siguiendo o si realmente no era más que el eco, pero Rai, curtido en cien mil batallas y el único macho humano capaz de dar a luz al hijo de otro hombre y conseguir educarlo (siempre desde la sombra) para que se convirtiera en una reputada estrella del balompié, decidó ignorar esa posibilidad pues se hallaba ya bastante cansado y no creía que nadie supiera que en esos instantes se encontraba en estas latitudes. Al llegar al muro de piedra se detuvo, sacó el martillo que llevaba en el bolsillo izquierdo de la gabardina y le arreó un mamporro a la pared de mucho cuidado. No lo consiguió a la primera, pero tras un par de golpes más pudo al fin abrir un pequeño agujero. No muy grande, ciertamente, pero sí lo suficiente como para introducir su rifle de mira telescópica por él. Así lo hizo, no sin antes colocar un par de cajas de madera que alguien había dejado abandonadas allí mismo como apoyadero para sus rodillas. Una vez en posición, activó el intercomunicador:
-Pajarraco azul en posición.
-Ya era hora, mamonazo, con el ruido que has hecho se habrán enterado hasta en China --respondió secamente una voz al otro lado del aparato.
-Venga, cariño, no te pongas así que ya sabes que no me quejo cuando te tiras pedos en el sofá, y esos no sólo son ruidosos, sinó que encima huelen --¡ah, ese Oscarini, siempre tan quejica! Sin embargo, lo quería mucho a pesar de todo, no en vano se trataba del padre de su criatura. Por un instante, sus pensamientos derivaron hacia el retoño: ¿qué debía estar haciendo en estos precisos instantes? ¿Golear al Gratallops en la final de la Copa Cabana? ¡Sí señor! Ese era su chico...
-Ustedes dos, déjense de ñoñerías y estén atentos, que el paquete está a punto de llegar --ése era el vozarrón del subnormal de Jordi, otro fracasado que se creía que por tener un blog ya era alguien en la vida. ¿Quién cojones había decidido que semejante mequetrefe se encargara de la operación? ¡Ah sí!, él mismo, después de haber argumentado que había visto ese mismo plan en un viejo episodio de la serie "Misión: Imposible" original, que se estaba bajando ahora mismo de la mula. ¿Qué clase de imbécil se tira horas viendo una serie de hace cuarenta años?
-Pájarraco azul, manténgase en posición. Pajarraco blanco --ése era Oscarini--, ¿cómo llevamos el operativo?-De puta madre, oiga, ya me he zampado dos bocatas de calamares bien regados con unos tomates de la huerta del parado, y me dispongo a zamparme un jamoncito de cojones que me he traído desde Burgos y...
-¡Éstupido! ¡No diga nombres! ¿Acaso no sabe que este canal puede estar intervenido? La huerta del PAJARRACO PERIQUITO, recuerde.
-Er... este... sí, mein Herr...
-¡¡¡Y no me refería a esta clase de operativo, panda de glotones descerebrados!!!
-¿Yo, glotón? Pues anda que las diecisiete Panteras Rosas que se ha zampado el Antonimus aquí al lado en menos de diez minutos...
-¡¡¡¡PAJARRACO ROSA, me oye, PAJARRACO ROSA!!!!
-Er... sí, el rosa, coño, que no me sale.
(silencio de unos tres segundos)
-¿¿¿¿Y EL OPERATIVO???
-¡Ah, coño, qué prisas! Sí, sí, el Ant... Pajarraco Rosa ya ha programado los ordenadores para que provoquen un cortocircuito justo cuando el paquete aterrice y se apaguen las luces de la plaza y de cuatro manzanas a la redonda.
-Bien, ¿y usted ya tiene todo en orden?
-Pues salvo el Osasuna-Betis y el Getafe-Mallorca que me han fallado los otros...
-¡¡¡Me refiero a la operación que tenemos entre manos!!!
-¡Ah! Sí, sí, estoy vigilando desde la azotea de la fábrica a ver si se acerca algún vehículo, con mis gafas sensoras de infrarrojos.
-Oiga, pazguato, ¿y por qué no da directamente las coordenadas en GPS de todas nuestras posiciones por si alguien viene a liquidarnos, que así lo tenga más facilito?
-Bueno, pues son latitud 37...
-Déjelo, déjelo... (suspiro) Siga vigilando y no encienda el intercomunicador a no ser que sea im-pres-cin-di-ble.
-Bueno, joder, vaya humos...
-Cambio y Corto
-Corto y Cierro... imbécil.
Aquello no le daba muy buena espina a Jordi. Habían vuelto a ver aparecer la luz del GPS de Fórceps anteanoche justo antes de salir del bar en el que se habían citado todos para hablar del asunto, y hubo que convencer a Subcomm de que no veía mal por causa de su estado etílico, sinó que en realidad esa luz parpadeante se encontraba ni más ni menos que en territorio ruso, en pleno puerto de Vladivostok. En unas horas organizaron los preparativos y cogieron el primer avión que salía rumbo a la costa del Mar de Japón, y una vez en tierra alquilaron un par de furgonetas para que les llevaran a su destino. ¿Y cuál era ese? Pues el propio puerto de Vladivostok, desde donde se emitía esa señal intermitente. Estudiaron el terreno durante el día anterior, y gracias a la vigilia del Reverendo Rummy, que se hizo pasar por borracho y se tumbó sobre un banco a beber vodka y a dormir la mona (realmente convincente cómo se metía ese tipo en el papel), lograron escuchar una conversación entre dos sicarios de los bajos fondos. Más o menos decían que hoy a medianoche (faltaban veinte minutos) sacarían al Capitán de su escondite y lo llevarían en presencia de su amo. Por tanto, lo único que había que hacer era quedarse quietos y esperar... Justo cuando aparecieran los esbirros con el Capitán en sus manos, el equipo se abalanzaría sobre ellos tras una hábil maniobra de distracción y les arrebatarían al rehén en un periquete, previa eliminación de los sicarios. El plan parecía perfecto. No podían fallar, pero......
pero Jordi no podía quitarse esa extraña sensación de la cabeza. Encogido en la parte trasera de la furgoneta, con Penélope a su lado limándose las uñas de los pies mientras hacía globos con el chicle y ojeaba la última edición del "HOLA" tenía el funesto presentimiento de que algo estaba yendo muy mal. Parado seguía al volante consultando los clasificados de "La Vanguardia" del domingo, trazando círculos con un boli rojo y haciendo tachones como un poseso. "Vaya birria de equipo", pensó Jordi para sus adentros, y volvió la cabeza para otear a través del empañado cristal trasero de la Berlingo (¡qué curioso, haber encontrado una Berlingo de alquiler en el quinto coño!). No se divisaba movimiento alguna en esa plazoleta desierta. Rummy seguía roncando sobre el banco, y a estas alturas ya dudaba de que no hubiera muerto congelado. La tensión podía sin embargo cortarse con un cuchillo... Jordi asió nuevamente el interfono.
-Pajarraco de los Truenos, ¿cómo va el parte?
-Despejado por completo. Las isóbaras no muestran síntomas de lluvia en por lo menos cuarenta y ocho horas, y el estado del mar es tranquilo. Podremos huir en barco si es menester --ese Mariscal, siempre tan eficaz.
-¿Cómo se ven las cosas desde su posición?
-Calma chicha aquí también. No hay movimientos por la retaguardia. Cambio y corto.
-Corto.
Alex y Towers se estaban jugando a los chinos la discografía completa del segundo mientras sus traseros se mecían al ritmo de las aguas del puerto de Vladivostok. A pesar de llevar gorro, bufanda y un abrigo que les tapaba hasta las orejas el frío les había calado hasta los huesos, y Alex notaba cómo se le entumecían los dedos de los pies. Ni siquiera el termo de café servía de ayuda en estos casos. Desde la cubierta de su pequeña embarcación divisaban a lo lejos la plazoleta donde de un momento a otro aparecería Fórceps con sus captores, y Towers confiaba en que no se demoraran en exceso. Media hora más allí sentados y se convertirían en un par de conservas de Pescanova.
-Venga, va: la siguiente por tus viejos vinilos de Milli Vanilli.
-¡No, los Manilli no, por favor! Ya te has llevado el 'Greatest Hits' de Glenn Medeiros...
-Calla y paga, Towers... Oye, ¿no te parece que deberíamos encender el intercomunicador?
-¿Para qué? ¿Para oír al pesado del Soler y sus soplapolleces de película de espías? Quita, quita... si las cosas se ponen feas ya los veremos correr hacia aquí. Lo único que debemos hacer es poner en marcha la barca y largarnos antes de que lleguen al puerto. Marrones los justos, company...
-Tienes razón. Venga ese Manilli...
Mientras, La Rambla y Salanova se entretenían poniendo cerillas bajo las uñas de un gato callejero y prendiéndolas mientras observaban como el animal pegaba brincos por toda la plaza mientras maullaba desesperadamente. Un pasatiempo como otro cualquiera. Algo había que hacer mientras esperaban... La Rambla tenía la espalda apoyada contra el lateral de la segunda Berlingo y Salanova buscaba más mininos por entre los cubos de basura de la salida sur de la plaza. En principio con su posición todos los flancos estaban cubiertos: en el norte la furgo del Pajarraco Mayor y sus dos ayudantes, en el sur ellos dos, al este Alex y Towers cubriendo el ala marina, al oeste Rai y su inseparable rifle, sobre la azotea del edificio de aduanas Oscarini y Antonimus, en el centro de la plaza Rummy y sobre la colina el Mariscal gozaba de una vista privilegiada. Subcomm se había quedado en Barna, decía no sé qué de un partido importantísimo del Gratallops que no podía perderse porque jugaba el ídolo futbolístico del momento. "Esos viciosos del balompié son incorregibles", le había dicho La Rambla a Salanova antes de que éste comenzara su ritual de tortura gatuna. Así que salvo Sub y Eldeu, que tenía también un compromiso ineludible que no había querido confesar, estaban todos ahí. Sólo había que esperar a que apareciera Fórceps, y ya faltaba poco...
Tres minutos...
Dos...
Uno...
De pronto, un ruido. Una trampilla se estaba deslizando bajo el banco del Reverendo Rummy. Él seguía roncando plácidamente y, obviamente, ni se enteró cuando tres figuras, una de ellas esposada y encapuchada, emergieron del agujero de la alcantarilla y pasaron silenciosamente a su lado. Los intercomunicadores empezaron a sonar en todas direcciones.
-¡Pajarraco azul! ¡Ahí están!
-¡Pajarraco Rosa! ¿Tienes el apagón a punto?
-¡Pajarracos marínos! ¡Estad atentos!... ¿hay alguien ahí?
-¡Pajarraco trueno! ¿Cuántos divisas!
-Sólo tres, Gran Pajarraco.
-Ostia, pues el Pajarraco Azul ya debería empezar a disparar... ¡Pajarraco azul! ¡Pajarraco azul!
Pero el Pajarraco Azul no podía contestar, más que nada porque yacía inmóvil en el suelo del callejón. Una silueta delgada se había deslizado por detrás de él hacía treinta segundos y le había asfixiado con un fino hilo de pescar. En estos momentos, la silueta se hallaba con el rifle apuntando a través del agujero, aunque no a los tres tipos de la plaza...
En la azotea, Oscarini dejó de lado el filete y las patatas y cogió los prismáticos. Acto seguido, un ruido cortó el viento a su lado y notó un impacto en el centro del pecho. Bajó la cabeza y vio una mancha de sangre que se extendía por todo el jersey. Una bala. Como las de Rai.
-Antonimuuuuuussssss....
Antes de poder reaccionar, el rubio de oro observó perplejo como el cuerpo de Oscarini se precipitaba al vacío desde el tejado de la azotea. "Coño, han sido trece pisos", pensó. "Bueno, más teca para mí solito". Justo cuando se abalanzaba sobre las sobras del filete (olvidándose, cómo no, de apagar las luces de la plaza) otra bala pasó silbando al lado de su oreja izquierda.
-¡Mierda!
Se dio la vuelta y empezó a correr. Ya estaba llegando a la puerta de la azotea cuando dos limpios balazos surgidos del rifle de Rai se estamparon en su fornida espalda. Su cuerpo inerte se desplomó de bruces y allí quedó inmóvil.
-¡Ostia, ¿qué narices está pasando?! --preguntó Jordi a Pene en el interior de la furgoneta.
-Ni idea, oye. Voy a salir fuera a ver qué veo.
-Vale, pero ándate con cuidado.
-Descuida -- a Jordi no le gustó nada la sonrisa aviesa que se dibujó en el rostro de la muchacha mientras salía de la furgoneta. A los pocos segundos se perdió en la oscuridad.
-¿Arranco? -- preguntó Parado desde la cabina.
- Bueno, como precaución...
Nada más activar el contacto, la furgoneta estalló en mil pedazos. Alguien había colocado una bomba en el motor de la Berlingo hacía un rato, probablemente la misma figura que se había cargado ya a Rai, Antonimus y Oscarini. Los dientes de Jordi fueron a parar al lado del cuerpo de Antonimus, sobre la azotea, y el píloro de Parado cayó al mar, a pocos metros de la barca en la que hacían guardia Alex y Towers.

-Collooooonsssss -- exclamó Towers.
-¿Qué ha sido eso? - preguntó Alex alarmado.
-No sé, pero alguien viene hacia aquí.

La sombra se movía sigilosamente por el muelle, y aprovechando la confusión en un santiamén se plantó en la cubierta del barco contiguo al suyo. Alex y Towers se quedaron mirando al visitante, de curvas sensuales y larga melena morena al viento. "Vaya jaca", tuvo tiempo de pensar Alex justo antes de que la mujer cogiera un arpón y lo lanzara con fuerza en su dirección. Dos pájaros de un tiro: Alex y Towers empalados por la punta del mismo arpón, cayeron por la borda y con un sonoro "chooof" se hundieron en las aguas de la bahía. La mujer saltó de nuevo al puerto y empezó a correr, en dirección al centro de la plaza.

En su particular colina, el Mariscal no daba crédito a sus ojos: el equipo estaba cayendo, uno tras otro, presa de las argucias de un fantasma que se movía como Pedro por su casa. Su teléfono móvil sonó:

-Diga.
-Aquí Joan CG. Tengo la pista que os faltaba.
-¿Qué? ¿Cómo? Oye, ahora no, esto está jodido.
- Pero es que es importante: los análisis de la chincheta encontrada en la nota de la embajada de Togo lo confirman... La chincheta es de fabricación polaca.
- ¡Dios! Eso quiere decir que...

Jamás pudo acabar la frase. En ese preciso instante el veneno que aquella sensual camarera (ahora el Mariscal sabía que no se trataba de ninguna inocente camarera) le había servido con el carajillo de la tarde hizo su efecto, tal y como ella había meticulosamente planeado, y el corazón se le paró sin más. El móvil cayó al suelo, y su cuerpo también.
- ¿Mariscal? ¿Mariscal? -- se oía la voz de Joan CG en el aparato, con un punto de desconcierto.
La Rambla y Salanova ya se hallaban en medio de la plaza, inmovilizando a los esbirros que retenían a la figura encapuchada. Un par de llaves de karate de La Rambla y el sadismo inherente a Salanova bastaron para liquidar el trabajo. No tenían ni idea de lo que estaba ocurriendo allí, pero si ése era el Capi había que liberarlo cagando leches.

-Gracias, chicos, lo habéis hecho muy bien. El señuelo ha funcionado a la perfección.

La Rambla se volvió y la vio allí de pie, los rayos de la luna rebotando sobre sus generosas curvas, sus labios sensuales esbozando un rictus seductor, el rifle de Rai en la mano y su cabello cayéndole sobre los hombros. Hacía frío pero el escote y la minifalda dejaban ver bastante carne sin asomo de piel de gallina.

- ¡¡¡Tú!!!! -- exclamó Salanova.

Y fue lo último que dijo, pues ella alzó el rifle y los liquidó a ambos con sendos balazos entre ceja y ceja. Lentamente se acercó al hombre encapuchado, que se encontraba de rodillas con las manos a la espalda, y le sacó el saco de la cabeza con suavidad, casi con dulzura.

Fórceps entrecerró los ojos. Aunque era de noche, a su vista le costó acostumbrarse a la escasa luz de la plaza, no en vano llevaba una semana retenido en un zulo oscuro a varios metros bajo tierra. Ella le acarició el pelo, le plantó un beso en la mejilla y se lo quedó mirando.

-Cariño... --consiguió decir él. No sabía qué estaba haciendo él en esa plaza con varios cadáveres a su alrededor, y mucho menos qué pintaba su esposa en esta historia.
-Te advertí que si seguías fumando en el Palacete, me iba a cabrear...
-Pero cariño, yo... --balbuceó el otrora Gran Capitán.

Ella alzó el rifle, apuntó a la cara de Fórceps, y con un suave "adiós, amor" apretó el gatillo.

Rummy se despertó de golpe en el banco.
-¿Qué coño está pasando aquí? ¿Acaso no se puede dormir tranquilo un ratito?

CF, a punto de sucumbir al ángel de la Muerte

Mientras tanto, a unos cuantos miles de kilómetros de ahí, en el estadio del Gratallops Eldeu estaba a punto de lanzar el penalty más decisivo de su carrera. Los espectadores, tanto de la afición local como de la visitante, contenían el aliento y se oía hasta el zumbido de una mosca cojonera que revoloteaba sobre el banquillo del entrenador. El árbitro pitó, Eldeu cogió carrerilla y, de pronto, ¡bang! Un ruido ensordecedor y Eldeu cayó al suelo.

Desde la tribuna, Subcomm estaba desmontando el fusil de precisión y guardándolo en la maleta que llevaba con él. Nadie de su zona había visto nada, y justo en ese momento los jugadores se acercaban al punto de penalty para saber qué había pasado. Subcomm rió y le dijo al tipo que se hallaba "dormido" a su lado: "para que luego digan que en la Legión no aprendes nada". Se levantó y desapareció por las escaleras. Una vez en el garaje, encendió su walkie-talkie: "Objetivo cumplido, Pene. ¿Cómo van las cosas por tu zona?" "Joder, la polaca se ha vuelto loca y se los ha cargado a todos", le respondió la voz de Pene con un cierto nerviosismo. "¿A todos? Vaya, el jefe estará contento", sentenció Sub.

sábado, noviembre 25, 2006

Investidura, toma de posesión y falsete uno

El Palacete se viste hoy con sus mejores galas para anunciarles que la cúpula directiva palacetera se amplia con un miembro más.
No ha sido fácil convencer al miembro, quien exigía sine-quanon (¿se escribe así?) coche de empresa.
Tras arduas negociaciones, estamos en condiciones de anunciarles que,
reunidos por una parte don HANS FÓRCEPS, con DNI número 39045663 y residente en Santa Maria de Palautordera y SUBCOMMANDER OF THE HOLY EMPIRE OF GRATALLOPS, con dni número 47633525 y residente en Arbeca, anuncian que:
desde hoy, Sábado 14 de marzo de 2006, don RAIMON DE BAÑERESPORRA MARICHALAR DE TODOS LOS SANTOS ACCEDE AL CARGO DE CO-ADMINISTRADORA DE PALACETE HISTORY X.
Instantánea de la investidura de Raimon. Un joven Subcomandante posa su espada en los hombros del investido, mientras que, en segundo plano, el marido del mismo (Oscarini) y el hijo de ambos (Eldeu) se tocan.
De momento, sólo nos trae los cafés y se arrodilla a nuestro paso. Pero en su intento de trepar a lo más alto de la Cúpula Directiva, propone:
FALSETE 1: LAS TARDES DE MONO
(Aclaración: Inauguramos hoy una nueva sección, la del falsete sabatino. El falsete es una pequeña pieza literaria cuyo objetivo es distraer al pequeñoburgués que se lo gasta todo en alcohol, restaurantes, putas y/o aparatitos electrónicos y que, llegado el fin de semana, no lo queda pasta ni ganas de irse a cualquier lado y elige quedarse en casa disfrutando de la red. En los falsetes se abordarán temas costumbristas sobre la vida diaria en el Palacete, de forma refrescante y desenfadada, y desligados de la trama de la historia).








Mono apuraba su siesta diaria de 16 horas cuando el lacayo Rummi llamó a la puerta.

- Toc-toc-toc
- ¿Quién osa molestarme? ¡cretino!
- Es la costurera, milady
- Hazla pasar, lacayo
- Adelante – espetó Rummi al tiempo que le daba un pellizquito en el culo a Pe.

Las tardes de invierno en Palacete se hacían interminables. Fórceps pasaba semanas enteras de caza por sus dominios y Mono se sentía sola y desamparada. El sol se ponía muy pronto y a esas horas ya era negra noche. Bueno, negra negra, no. El Capitán tenía la costumbre de quemar en piras gigantes a miles de sus súbditos para alumbrar los numerosos caminos que cruzaban los jardines, ahora yermos y deprimentes. En estas circunstancias, tan sólo pequeñas rutinas diarias, como los ratos que pasaba con su fiel costurera Penélope, lograban despertar a Mono del letargo palaciego.

- Pasa, pasa, querida. Siéntate aquí en el taburete – Pe odiaba que la señora la humillara haciéndole ocupar un viejo taburete que le torturaba la espalda - Así, baja un poco esa rodilla para que pueda apoyar mis fatigados pies - . Y dime, Pe, ¿cómo van las cosas en tu casa?
- Oh, perfectamente mi señora. El barracón que nos han dejado el señor y la señora es todo un privilegio: 20 m2 para mis padres, mi marido y mis 15 hijos! Ay… somos tan afortunados…
- Me alegro de que os guste, Pe. Y dices bien, sois afortunados.
- Y por las goteras no hay problema. Así nos podemos duchar. Y como el barracón queda dentro de la Central Nuclear Tro IV, pues estamos muy calentitos.
- Ya sabes, Pe, que siempre haré lo que esté en mi mano para ayudarte. Sé que tú y los tuyos no lo habéis pasado precisamente bien los últimos tiempos…

Mono no desaprovechaba la oportunidad de refregarle por la cara a Pe su penoso pasado. Tras la muerte y resurrección de Raimon, en el 2039, la familia PeVC había caído en desgracia en la corte palaciega a raíz de ciertos escándalos de la entonces jovencita Pe con varios ministros del Consejo. Para taparlo todo, Fórceps y Mono se ocuparon de que los PeVC perdieran todas sus posesiones y, cuando el suicidio de toda la familia parecía la última y mejor solución, Mono decidió perpetuar la tortura sine die contratando a Pe como sirvienta.

- Por cierto, ¿ya le has dado el pecho a Eldeu?
- Sí, mi señora. ¡Como me come mi crío!
- Eldeu NO ES TU CRÍO, Pe. Tú sólo lo amamantas para que yo no estropee mis bellos senos.
- Por supuesto señora, y con gusto lo hago. Ese niño me tiene el corazón robado. Aunque, permítame la pregunta, ¿es normal que se relama tanto mientras mama?
- Ah Pe, mejor dejemos estar ese punto. Ya sabes que lo abandonaron a las puertas de palacio, y vete tú a saber quiénes debían ser los padres. En confianza, yo siempre he pensado que eran dos depravados del carajo, porque muchas veces, cuando está en su cuna, le veo hacer unas cosas que… oh! mejor me callo. Espero que nuestra educación logre encauzarle por la senda correcta.
- Es buen chico, señora. Sé lo que me digo. He traído a 15 a este mundo y ahora mismo llevo a tres trillizos en mi vientre.
- ¿Tienes 9 larvas ahí adentro, Pe?
- NO!! Quise decir… da igual, tres pequeñajos - Pene arrancó a reír. Siempre le había costado explicarse en lo que se refiere a números.
- Ya sabes que si vuelves a quedarte embarazada… a la puta calle – dijo Mono con rintintín.
- Pero señora, es que mi marido, ya lo conoce, Sub, es tan primitivo… Cuando llega de la mina sólo piensa en una cosa.
- Mira Pe, no me vengas con milongas que ya nos conocemos. Hoy mismo, cuando acabes tus faenas, te pasas por la cocina y que Joan CG te meta las tijeras y te vacíe como es debido. Que ya tienes una edad...

Tras su caída, el único y gran consuelo de Pe era engendrar hijos y más hijos con la esperanza de que, por pura ley de probabilidades, uno saliera espabilado y la sacara de la pobreza. Mono lo sabía, y tenía planes para acabar con aquél que despuntara ni que fuera un poquito. Por si acaso, había tomado medidas para que ninguno de los hijos de Pe fuera escolarizado y todos entraran a trabajar en la mina a partir de los 5 años.

- Ah Pe, no olvides dejar leche para que la nanny pueda dársela a medianoche. Ya sabes que Fórceps ha decidido que Eldeu vaya para gran futbolista (lo que él no pudo ser) y no debemos reparar en lácteos…
- No se preocupe, mi señora. Eso sí, el sacaleche está algo viejo y la leche se derrama por los lados…
- Pues la recoges, Pe, la recoges. ¡Que no estamos para tanto gasto!
- Por supuesto, mi señora. Disculpe el comentario.
- Lo ves, ya me has puesto de mala leche!

Mono hacía ver que se irritaba con Pe muy a menudo. De hecho el único objetivo de esas reuniones era precisamente éste: vejarla de forma sutil y cínica, cruel y constante.

- Bueno Pe, hoy me tienes que hacer los calzoncillos del Capitán. Eh! ¿Qué coño significa esa sonrisa socarrona?
- Oh, disculpe mi señora. No me reía, sólo me sonaba un poco la nariz. En invierno ando siempre resfriada, como en el barracón hay tanta humedad…- Mentía, Pe no podía evitar reírse cuando pensaba en los calzoncillos del Capitán y en el hecho de que fueran de talla infantil.
- ¡Ni barracón ni pollas, Pe! No haberte metido tanta coca de jovencita y ahora no tendrías el tabique destrozado.
- Ay mi señora, si pudiéramos volver el tiempo atrás…
- Pues no podemos, Pe, no podemos. Así que cóseme esos calzoncillos de una vez.
- Sí, señora.

Hacerle coser a Pe los calzoncillos del Capitán le provocaba a Mono un placer indescriptible. Cada noche pensaba en cómo la humillaría al día siguiente, y ese instante de fascinación lograba hacer que conciliase el sueño de forma plácida.

- Bien, ahora zúrceme los calcetines del Capitán. Oh! No sé dónde se mete este cenutrio que siempre me los deja agujereados… Y tú a ver si los zurces mejor, inútil!
- Pero señora, es que este hilo y estas agujas no valen nada…
- Que te calles te he dicho!
- Lo que pasa, mi señora, es que ya no veo igual que antes. Ya sabe que en el barracón no tenemos luz eléctrica, y creo que poco a poco voy perdiendo la vista…
- Ah sí? Vaya, a ver si TENDRÉ que buscarme otra…
- Oh no, mi señora. Sólo lo comentaba de pasada. Suerte tenemos yo y los míos de disfrutar de su generosa bondad.
- Tú lo has dicho, Pe. Venga, ahora ráscame los callos que últimamente me fastidian bastante.

Mono calculaba con precisión el día que Pe debía hacerle los callos, y una semana antes dejaba de lavarse los pies para que ésta tuviera que tragarse su orgullo hasta el fondo.

- ¡Oh, no tan fuerte majadera! Así, así, con suavidad. ¡Eh, eh, eh, desvergonzada! A mí tú no me levantas el labio superior que te fusilo! – le espetó Mono dándole una colleja estruendosa.
- Oh no, mi señora. Disculpe, no era eso… es que, sabe lo que pasa – musitó Pe sollozando – voy toda llena de herpes…
- Pues te lavas, coño! – Mono reflexionó unos segundos, para luego añadir: - Disculpa Pe, he sido algo soez contigo. El Capitán y yo te tenemos por una chica limpia. Ay… El que tendría que lavarse más es ese marido tuyo, Sub, que se pasa el día con furcias!
- Oh no, mi señora. Mi marido está en casa cada día bien puntual, cuando sale de la mina, a las nueve.
- ¿A las nueve? ¡Ay hija mía, pero qué ingenua eres, por Dios! El turno de la mina acaba a las seis. ¿Ah, pero no lo sabías?
- No, mi señora – Pe lloraba a lágrima tendida.
- No te apures, Pe. Muchos hombres son así, sobre todo si van insatisfechos…
- Pero señora, yo creía que mi Sub era diferente…
- ¡Sub es un putero de tomo y lomo! Parece mentira que no me creas. Mira, precisamente aquí tengo el libro de registro del putiferio ése que regentan Antonimus y Jordi. ¿Lo ves? Subcomandante, 3 obleas de plata, 15 de enero. Aquí otra vez, Subcomandante, 4 obleas (completo+griego), 17 de enero…
- Pero si eso fue ayer! Ya decía que olía algo extraño!! Me dijo que era un nuevo producto químico que usaban en la mina…
- Mira, Pe, si quieres seguir trabajando aquí, tendrás que satisfacer mejor a tu marido porque NO NOS GUSTA que los familiares de nuestros sirvientes lleven una vida disoluta. ¿Me entiendes, no?
- Sí, mi señora.

En ese momento volvieron a llamar a la puerta.

- Qué pesadito que está el hermafrodita éste de Rummi… cualquier día también lo mando fusilar. ¡¡Sí!! ¿De qué se trata Rummi?
- Milady, el Señor acaba de llegar de su cacería. Ha dicho que está hambriento y que la avisemos.
- Rápido Pe, levántate y trae las tijeritas y la gillette, que me vas a rasurar el parrús.


martes, noviembre 21, 2006

Episode VV, by Raimon de Cervantes

EXEQUIAS DE EXÉGETA SERVIDAS CON RECONSTRUCCIÓN DE SIMIENTE BLANCA Y REDUCCIÓN MULTIMEDIA, O DE CÓMO, ROLLO PRECUELA, CASI TODOS ACABARON IMPLICADOS EN LA CONSPIRACIÓN PARA ASESINAR AL CAPITÁN FÓRCEPS

Año 2039, últimos estertores del postmontillismo (24 años antes de la historia actual). Oscarini, enfundado en un disfraz de Elmo, daba muerte a Raimon enculándole cuando éste se agachaba inocentemente para recoger un ejemplar del 20 minutos.

A las 11:18 horas de la tarde Rai ingresó cadáver en el depósito del Palacete. Sub se puso los guantes y empezó a examinar la pieza y a dictar sus sabias conclusiones a Maki y al Coronel Cacique.


-Barón rojo, transcaucásico por arte de madre. Abdomen blando y depresible con pequeña masa de 3 cm de diámetro en hipocondrio derecho. Pollón nada desdeñable. Pechos turgentes, copa del 4. Huevo izquierdo, 15 kilos (macroorquídea izquierda). ¿Ven esos moratones ahí en las cervicales? ¡Eh, ustedes dos!

Pero Maki y Cacique no veían nada. Hacía ya rato que estaban percutiendo a la enfermera sin ningún tipo de piedad y aislados de la autopsia. Sub prosiguió con su informe dictado.

- … Lesiones: demolido vía rectal por una locomotora. Los desgarros son de grado 80, e interesan esfínter anal, ampula rectalis, colon, estómago, cuerdas vocales y bazo. Menuda follada virgen santísima… Prueba del algodón positiva. Causa del óbito: hemorragia +IVA y fallo multiorgásmico. Hora probable de la muerte: las 26 de la mañana. Au, otro pollo para la nevera.


****





El palacete se había vestido con sus mejores galas para dar el último adiós a Raimon. El populacho se agolpaba en los jardines del ala este a la espera de poder presenciar el paso de la comitiva. El hedor del vulgo era nauseabundo; su alegría, desatada.

Penélope iba delante de la columna de autoridades. Lucía un vestido de seda y oro remachado con pedrería. Era la viva imagen de la felicidad. Desde su corcel permitía que las masas probaran las delicias de su látigo, provocándoles un frenesí paroxístico. De vez en cuando, levantaba el labio superior y les tiraba una moneda para ver como se peleaban y se tiraban por los suelos. Eso sí, jamás les miraba a los ojos.

A su lado Aaron Z asomaba por la escotilla de su T-34, disparando caprichosamente a la chusma con su Dragunov. Ésta respondía con un éxtasis enfervorizado y gritos de ‘Ciutadans, Ciutadans’. Dentro del tanque llevaba a su mujer, Ségolène, y a sus 9 hijos Valéry, Cédric, Lorian, Amok, Ehud, Matitiahu, Rodrigo, José María y Arcadi. Los escuadrones de chiringuis y celofanes, aun sabiendo que poco podían hacer por contener la riada infrahumana, se dieron un buen festín de porrazos.

- Por qué llevas mascarilla, Z?- le preguntó Pe - ¿Que no sabes que hoy en día los fiambres están refrigerados? No te preocupes que Raimon no apestará más que cuando vivía…
- No eres más que una pequeña sectaria consentida llena de prejuicios giliprogres. Qué me vas a contar a mí. He visto y he causado cienes de cadáveres en mi vida. Lo de la máscara es porque salgo para Matrix esta misma tarde, y ya sabes que allí el ambiente es irrespirable :^-)
- ¿Alguna misión secreta entre manos?- inquirió Pe, moviendo de nuevo el labio superior.
- Me han encargado que confeccione un catálogo de todos los catalanufos por orden de peligrosidad y desafección. No me va a ser fácil desgranar las uvas malas de las podridas…:^-)
- Aunque pensándolo bien, a mí también me hubiera ido bien una mascarilla – insistía Pe -. Hay que joderse como apesta el populacho…

El reverendo Rumoròlogus les seguía a pocos metros enfundado en su hábito benedictino, montando una mula escuálida y haciendo aburridamente el signo de la cruz con la mano. En su fuero interno pensaba: ‘Jo passo d’evangelitzar aquesta púrria. Que es fotin‘

Richiwichi iba detrás, con las manos bien fijas al volante defensivo de un SEAT 1500. La gente se reía de él porque era negro y parecía triste. A su lado estaba Joan CG, completamente cocido para la ocasión, y Jordi y Antonimus iban en el asiento de atrás haciendo manitas y hablando amigablemente como si fueran a un partido de fútbol.

-¿Oye Ant., sabes cuándo se lee el testamento? He oído que Raimon tenía un disco duro de 250 Gigas…
- Sí que lo tenía duro, sí. Aunque yo prefiero su iPod Nano
- Cierto, duro pero nano…

En ese momento Kim se les acercó ofreciéndoles rosas.

- Hostia! Siempre tiene que haber vendedores de éstos. Vete a la mierda, nen. No queremos flores. Además hoy ya hemos follado – tarradelleó Ant.
- Tsssst – tsstseó Kim – Son para disimular… Tengo sonajeros con forma de polla
- ¿Uhmm… cuántos me podrías proporcionar?- inquirió Ant
- ¿De cuántos culos hablamos? – intentó concretar Kim
- ¿Los tienes de ópalo?
- ¿De Yucatán o de Australia?
- De Yucatán si es posible.
- De Yucatán no me queda nada.
- ¡Será cretino! ¡Bueno pues de Australia coño!
- Tampoco me quedan. Le he vendido los últimos 2 millones a Joan CG. Pero así iridiscente iridiscente… tengo politonos.
- ¿Tienes el himno del Albacete?
- ¿En inglés o en euskera?
- En inglés, por supuesto.
- A ver del Albacete… no, en inglés se me ha agotado.
- Y en euskera?
- En euskera? A ver que miro en la bolsa… un DVD de Los Lunnis en pelotas, una catenaria, traineras, escalpelos, rulos, tenacillas…
- BASTA YA!! Qué esto es un funeral, joder!!- saltó irritado Jordi- Yo he venido a pasármelo bien!!

Por entre la comitiva Towers daba un concierto de acelerones y derrapadas con su boto. Aunque él pretendía emular a Steve McQuinn en La Gran Evasión, en realidad parecía un niño impertinente saltando entre las mesas de un banquete de boda.

- Dicen que enloqueció cuando el Nàstic subió a Primera. Desde entonces no se baja de la Bultaco ni para cagar - comentó La Rambla
- Yo también tengo un bultaco aquí entre las piernas – espetó Sub - ¿quieres que te lo enseñe? Venga, hazme una charrupadita rápida, si aquí nadie nos ve...
- Oye, ¡pero tu que te has creído! Servidor tiene un precio...
- Mira maco, si he de pagar antes me tiro al reverendo ése, que me da morbazo…

Maki y el Dr. Be ya no se lo pasaban tan bien. Normal, teniendo en cuenta que llevaban a hombros a Oscarini, que había escogido para la ocasión una toga fucsia y una corona de laurel. Él sí miraba a la masa, como advirtiéndola: ‘Algún día dejaréis de ser bestias, y entonces seréis realmente peligrosos’, relexionaba para sí.

Al final de todos iba Parado, andando descalzo, y preguntándose si en realidad su lugar no estaría con el populacho en vez de con la élite.


****

El féretro de Raimon yacía en medio del escenario que habían mandado construir los Fórceps. El Capitán y Mono ocupaban ambos tronos, y reían amistosamente mientras devoraban palosantos y bebían litros de Aromes de Montserrat. Detrás estaba el Mariscal Tro, rabioso por haberse quedado en Rey Padre tras unos años de regencia bastante tempestuosos.

Por su parte, Àlex se había crucificado hacía ya semanas en el muro este de palacio bien a la vista de todo el mundo y sobre todo de las cámaras de Canal Plus. De su verga, virgen y callosa, colgaba una gran pancarta que rezaba ‘YO TAMBIÉN QUIERO SER SODOMIZADO’.

Llegado el momento, la comitiva empezó a desfilar ante los restos inmortales, corruptos y nonatos de Raimon.

- Oh, Z. Apenas puedo contener la emoción de pensar que el imbécil de Raimon esté criando malvas. ¡Qué momento…y cuán pérfida soy jorl jorl ! - exclamaba Pe al tiempo que empezaba a hacer movimientos repetitivos con su pie derecho.
- ¿Pero qué haces dándole patadas a Rai, Pe? :^-) – gritó irritado Aaron
- Nada, sólo me aseguraba…
- ¡Así no se hace, coño! Mira, pones los dedos sobre la mastoides, aquí debajo de la oreja, y aprietas fuerte así, hasta que oigas un crujido. Si no se queja es que está florido :^-)

A continuación desfiló Richi, llorando a mares; agarrado a él para no caerse, Joan CG musitaba:

- Siempre et contextualizaré...

Luego pasó el reverendo Rummi, que no pudo evitar echar unos buenos escupitajos a la cara de Rai.

- I perquè no se m’aixeca des que vaig fer els vots, que si no et regava amb una bona llefada troç de cabró!

Towers seguía con la moto parriba y pabajo, y Ant y Jordi trataban de esquivarlo, bien cogiditos de la mano.

- Mira Jordi, se le ha quedado bien empalmada al pobre Rai jiji – observó Ant.
- Que la palmó gozando es más que evidente – concluyó Jordi -. Uhmm, esto da para un post…

Finalmente, Parado se detuvo ante el féretro y metió la mano en los bolsillos del muerto en busca de una moneda olvidada.

De golpe, Fórceps alzó su cuerpazo enorme, cogió de la mano a su esposa y padre y, tras arrodillarse ante la Virgen de las Venéreas, patrona del Palacete, se dirigió al centro de la tarima contemplando displicentemente a sus súbditos. Los tres se pusieron la mano a la altura del corazón y arrancaron a cantar.




Y justo cuando acabaron los coros y Fórceps se dirigía a pronunciar su discurso a la masa, se oyó un revuelo enorme que venía del féretro. Hasta seis individuos habían tenido que sujetar a Oscarini cuando éste intentaba como un poseso volver a percutir lo que quedaba del hojaldre de Raimon.

- ¡Hostia Oscarini, domínate coño! ¿No has tenido ya suficiente? Y luego dice que el sexo está sobrevalorado... – exclamaba riendo Sub.
- ¡Ahora es cuando más me gusta, pardiez! – gritaba Oscarini babeando.

Al fin, Fórceps pudo hablar:

-Queridos palaceteños, hoy decimos adiós a uno de los cabrones más grandes que ha dado la humanidad. Hacía tiempo que conocía a esta serpiente que se convirtió en primate, y todo lo que os pudiere contar de él sería poco para que comprendiéreis su verdadera maldad. Por ello, es para mí un motivo de honda satisfacción anunciaros que para conmemorar este día que pasará a la historia de Palacete, he decidido regalaros, oh pueblo que tanto me queréis, con un buen baño de agua fresca.

- ¡Gracias Sire, gracias! ¡Te queremos, Sire! – aullaba la masa.

El sátrapa alzó la mano y las presas de los 5 pantanos de palacio se abrieron al unísono. El agua, despedida a toda velocidad, se llevó por delante y por detrás a todo el populacho entre gritos y lloros desesperados.

Sólo los que ocupaban la tarima, la élite, quedaron a salvo de ese minitsunami redentor.

****


A las cinco horas de permanecer en el ataúd me di cuenta de lo aburrido que era estar muerto. Así, hacia las 7 o 7 y cuarto, decidí resucitar. Abrí la caja con un golpe seco de glande y me dirigí a los aposentos de Oscarini.

Mi objetivo yacía en su lecho con la camiseta de Juanito. Hice un ruido sordo con el zapato, y entonces me vio.

Su primera reacción fue la de correr hacia el escritorio y tratar de abrir un cajón donde a buen seguro escondía un arma afilada. Pero yo, en gran forma física tras descansar muerto unas horas, fui más rápido y le detuve a tiempo.

Me quedé mirándole a los ojos varios minutos. Finalmente, cuando aquél ya se creía muerto, le sorprendí dándole un fuerte abrazo.

- Oscarini, olvidemos lo que ha pasado. Lo tuyo ha sido una aberración como cualquier otra. Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra. Quién soy yo para dar lecciones a nadie, y menos teniendo en cuenta que arrieros somos y que en el camino nos encontraremos. Mas dice el dicho que un aire sutil, mata a un hombre y no apaga un candil, y que una buena cabra, una buena mula y una buena mujer, son muy malas bestia las tres. Ay Oscarini, un apóstol en el cielo y un escribano en el suelo…mas UNA hora duerme el gallo, DOS el caballo, TRES el santo, CUATRO el que no es tanto, CINCO el capuchino, SEIS el peregrino, SIETE el caminante, OCHO el estudiante, NUEVE el caballero, DIEZ el pordiosero, ONCE el muchacho y DOCE el borracho
- Prefiero que me mates a oir esa sarta de estupideces. Vaya al grano, señora.
- Gallo que no canta, algo tiene en la garganta…
- Te suplico que acabes conmigo – suplicó Oscarini
- Tabernero diligente, de quince arrobas hace veinte.
- Mátame de una vez, pardiez!
- Barriga caliente, cabeza durmiente.
- ¿¿¿Cómo??? – los ojos de Oscarini se abrieron como melones - ¿Me estás diciendo que te he dejado encinto?
- Eso he venido a decirte. Ha sido voluntad de los Dioses que esté embarazado de ti, Oscarini. Mi vientre contiene la semilla del que, gracias a tus genes (de futbolista contundente) y a los míos (el mejor compositor barroco), llegará a ser el volante defensivo más grande que ha dado el júrgol mundial.
- ¡Eldeu! – dejó ir Oscarini con lágrimas en los ojos- Se llamará Eldeu, en homenaje a Goyo Benito, a Vicente del Bosque, a Marianito García Remón y a José Carlos Santillana…
- Sí – apostaté- Y también a Torito Zubiría, a Moratalla, a Estella y Calderé
- ¿Eres consciente, Rai, de que tú y yo no podremos criarlo?
- Lo sé. Si Eldeu llegara a enterarse de que es hijo de dos hombres jamás lo superaría y jamás llegaría a ser nada.
- Habrá que guardar el secreto y dar al niño en adopción.
- Así será. Cuando nazca lo envolveré en una sábana de lino y lo dejaré a las puertas del Palacete en plena noche. Las supernannis de Fórceps lo criarán. Es una pena, Oscarini. Hubieras sido un gran padre para él. Eres culto, apuesto...locuaz, mendaz, vivaraz…
- Y tú, Rai, muy en el fondo eres un buen tío...
- Oscarini, ¿te das cuenta de que esto puede ser el principio de una gran amistad…?

De golpe, el ruido de una planta caída al suelo, de unos pasos acelerados, y de un portazo estruendoso interrumpió nuestra conversación. Era Fórceps, que había huido de la habitación tras presenciar la escena. Traté de ir en su búsqueda, pero Oscarini me detuvo.

- Déjalo, Rai. Cada día viene a mi habitación y se esconde tras la planta para ver como me desnudo. Se excita así. En realidad es inofensivo. Jamás contará lo que ha visto ni lo que ha oído.
- Eso espero, Oscarini. Porque si algún día pretende hacerlo no tendremos más remedio que cerrarle la boca. Por nuestro hijo.

Y Oscarini, tras unos breves segundos de reflexión, asintió.

****




Y ocurrió un buen día de octubre de 2063 (15 días antes de la historia actual). Eldeu, con 24 años, era el volante defensivo del Florituras FC y ese día las gradas del Nou Bañeres estaban a rebosar para ver el derby contra el Ferrovial.

De hecho, Eldeu ya llevaba semanas escuchando Radio Clásica en vez de Cadena Dial. A algunos les había sorprendido ese cambio (tildándole de pedante o marica), pero él no le había dado demasiada importancia.

Pero ese día, algo iba a suceder en el terreno de juego que lo cambiaría todo. Eldeu mandaba sobre el campo y no dejaba de repetirse ‘Qué bueno soy, hostia! Y vaya panda de peleles tengo conmigo…’. De golpe, y tras recibir una falta tonta en el centro del campo, Eldeu se sorprendió a sí mismo aplastándole el cráneo al rival que le había hecho la entrada. Se quedó estupefacto, inmóvil, disociado. Ni se enteró de que el colegiado Cherinola le había enseñado la roja. Eldeu no comprendía nada, y se lo preguntaba todo.

Fórceps, desde el palco, pudo ver el sufrimiento psíquico de su ahijado y a la par querido Eldeu. Se levantó de sopetón, le dio un beso a Nicolau Casaus, frunció el ceño y pensó para sí: ‘Hasta aquí hemos llegado. Se lo voy a contar todo o el chaval explotará. Tiene derecho a conocer la verdad’.

Oscarini, mezclado entre los ultrasur, supo ver y comprender rápidamente la reacción de Fórceps y no tardó ni 10 segundos en coger su móvil.

- Raimon, ha sucedido (hizo una pausa de 5 segundos) - Debemos actuar ya o el futuro de nuestro pequeño Eldeu se habrá arruinado. Deja que yo contacte con la pérfida Pene, Aaron Z y los charlines de Joan CG. Tú ocúpate del resto. O todos o ninguno.
- No te preocupes. Ahora mismo llamo a Sub (que tiene que ir al Palacete mañana a entregar su post), a Jordi y al resto. Lo secuestramos, lo escondemos en el Imperator, y luego ya veremos lo que hacemos con él.


domingo, noviembre 19, 2006

Bonus track II, by Doctor BE

La precuela: "El ataque de los clones, o de cómo empezó todo"

El infierno da calor,
purgatorio es blogosfera
(o el limbo, en cierta manera)
y un dios prueba tu valor.

Se juntaron unos pocos,
seres supremos sin duda:
Alá, Dios, Manitú, Buda,
Cronos, Baco y otros locos.


Discuten sobre Pandora.
Era una chica muy maja,
pero el chiste de su caja
no hace tanta gracia ahora.

Creen que la broma ya dura:
tantos males por el globo
ya no hacen reír ni a un bobo
ni a la Consellera Tura.

Por ello se han decidido
a probar un nuevo juego:
sexo, poder, sangre y fuego
hace subir la "libido".

Tantos dioses, mentes idas,
piensan en su aburrimiento
como entretener sin tiento.
La guerra ya está servida.

Eligen sus marionetas:
sin ton ni son tiran dados,
designan buenos y malos
mientras fuman unos "petas".

Cual casino celestial
el azar dicta sentencia:
el rol de cada eminencia
queda escrito en un grial.

Héroes, bloggers, un villano,...
en un muy macabro juego.
Una apuesta para luego
darle al perdedor por ano.

Queda pues sellado el pacto
y del grial beben todos.
Están ya medio beodos
cuando empieza el primer acto.

Da comienzo la partida:
poker, dados, monopoly...
Odín apunta con boli
quiénes salvarán la vida.

Un plan macabro y divino.
Un escrito como trampa:
al Palacio en la pampa
hay que llevarlo con tino.

Nuestro héroe del gran pito,
un joven Subcomandante,
impertérrito semblante
entrega el post. Nace el mito.

Sub y Fórceps se despiden,
salen en misión secreta,
le tocan a Pe una teta
y en el coche se la miden.

Es la trama paralela:
un romántico paseo
por el jardín. ¡Yo me meo!
Ya llegará la secuela...

Y el complot alguien destapa:
ácido bórico en NoDo.
Al Gurú Que Lo Ve Todo
quieren borrarlo del mapa.

La "conxorxa" se descubre
y ya buscan al culpable.
Que se le encuentre es probable
antes del 15 de octubre.

Raimon se huele el percal,
deja de pasar la mopa,
llama y reúne a la tropa
y buscan al Mariscal.

Y es que la "Galaxia Blanca"
es maligna como pocas.
Sus miembros son como focas,
pero mi pluma no es manca.

No voy a contar la historia
de la Armada Palacete,
que se vio en este brete
como el que sube a la noria.

Ya la conocéis de sobra;
la habéis escrito entre todos
con humor y buenos modos
(aunque ninguno lo cobra).

Desvelaré sin embargo
el plan del juego inicial
que Wim Wenders, muy marcial,
guionizó por encargo.

"Trinca sexe i rock'n'rol"
son el eje de la historia
(la rimo otra vez con noria)
como en un juego de rol.

Debía de haber violencia,
algo de surrealismo,
un malo que es siempre el mismo,
traición, más sexo, y paciencia.

Los dioses vieron a pares
"El Señor de Los Anillos"
y pidieron, los muy pillos,
aventuras similares:

buenos y malos (muy malos),
viajes, cotas de malla,
y epílogo: la batalla
épica y con muchos palos.

El guión quedó inconcluso
pero la historia ha empezado.
¿Cómo acabará? Me enfado:
yo improvisación no uso.

Un Oráculo entró en trance
y vio escenas del futuro;
por él yo no doy un duro
mientras la historia no avance.

Me dictó a mí el vidente
el "trailer" de su visión,
dejando como misión
que en la red lo lea gente.

Las palabras de ese tonto
transcribo a continuación.
Si son ciertas o ficción
eso ya se sabrá pronto:

(leer con voz grave y solemne, poniendo los ojos en blanco)


"En la sisena lluna nova
després del segon adveniment del triunvirat esquerrà,
aquell qui està amagat als estables la burka es treurà
i un exèrcit dels seus clons descerebrats es posarà en marxa des de la cova.
Serà l'hora en que l'exèrcit del Palauet haurà d'estar llest:
amb els baixos rasurats i ben nets
esperaran el senyal que s'esdevindrà
per sortir a l'encontre dels clons que la Galàxia Blanca atiarà
i batallar sobre un camp de gespa de 115x74 iardes.
El senyal s'haurà de buscar en les catòdiques paraules del calb rialler totes les tardes
després d'una desfeta en un joc de pilota que juguen 22 petardes.

miércoles, noviembre 15, 2006

Episode VIIII, by Subcomm

Quién te lo iba a decir, tan joven y tan bonita
Desperté entre los tomatales del gol norte del Palacete con los pantalones bajados, un zumbido en mi recto y un sobre entre mis glúteos que contenía un billete de 200 euros, así como una nota de agradecimiento por los servicios prestados firmada por un tal JCg.
Aturdido, miré el móvil y vi que tenía un mensaje corto de Jordi:
“Subcomm, necesitamos reunirnos contigo esta tarde en el Imperator, a eso de las cinco. Necesitamos tu colaboración. Han secuestrado a Fórceps y hemos sido citados ahí por el secuestrador, digamos que a las doce de la noche.
Pero nosotros vamos a ir un rato antes y aprovecharemos para echar unos cubatillas. Ah, y no dejes de visitar mi nuevo blog sobre el comportamiento del Pez Manta Raya durante los duros meses de...”
Pulsé el botón de borrar mensaje y me eché a llorar como un Salanova, pensando que a lo peor Fórceps ya no podría devolverme nunca el manual para pintar blogs de verde. Haciendo de tripas corazón convoqué a Rummi para que me llevara a caballito al Imperator.

Galopa que galoparás, a las seis en punto llegamos al local. Sin embargo, los porteros impidieron la entrada a Rummi, por aquello de que no se puede entrar desnudo y con el seto mal recortado en una discoteca. Le até a una farola y le dije que fuera bueno y me esperara quieto.

Lo primero que vi tras hacer entrada en el antrow fueron dos varones borrachos treintañeros, sentados en sendos taburetes, vestidos con ropa típica de Togo y mostrando sin escrúpulo alguno media regatera de su culo. Tras hacer la gracia de colocarles dos tacos de billar a modo de banderita de autochoque, los saludé educadamente:

- Rai, Jordi, ¿qué tal?
- Ya ves- dijo Jordi.
- ¡Y candado!- replicó Rai como un resorte.

Se descojonaron y celebraron el gag como si su equipo hubiera ganado la décima Champions consecutiva y, tras secarse las lágrimas que rodaban por sus nalgas, Rai me espetó de Tarradellas:

- ¿Te has fijado? Han puesto a un camarero nuevo.

- ¿Y qué tal es?

- Constitución rocosa y rasgos aricharguerados- contestó Jordi con ojos lujuriosos-. Tiene cara de felarla realmente bien, y su short entrevé un premio de los gordos.

- Pelín zumbado, sin embargo- copypasteó Rai.

Una voz familiar sonó desde la otra punta de la barra:

- Buenas tardes, Subcomandante,
Los tomates de ahora ya no son como los de antes.

- ¡Parado! ¡La madre que lo trajo! ¿Qué hace trabajando aquí?- pregunté sorpreso.




Instantánea tomada en Imperator. De izquierda a derecha, Parado, Jordi y Raimon.



- Se enteró el amo del garito que no tenía trabajo
Y ahora me tiene sirviendo y chupando a destajo.

- Ya veo. Tiene mala cara, sin embargo- agregué. ¿Se encuentra bien?

- Mire, no le miento ni le engaño:
No he mojado en todo el año.

- Caramba, ¿y cómo se las arregla cuando el manubrio pide guerra?

- Pronto, Diez Minutos, Hola...
Cualquiera vale para darle a la gramola

- ¿Qué me está usted contando, depravado?- interpelé.

- Alberto de Mónaco, la Bordiu, Elena de Borbón,
Cualquiera vale para un buen pajón.
Mire, Parado, aquí tiene el teléfono de un amigo mío que también se pasa largas temporadas sin mojar el churro. Pruebe a que le cuente sobre sus métodos de masturbación, sobre los zumbadores anales que utiliza, sobre las posibilidades del sexo telefónico y tal.

Tras pasarle al señor Parado el teléfono de Eldeu, redirigí mi conversación hacia los dos energúmenos borrachos cuyas regateras ya no dejaban nada para la imaginación:

- Jordi, éste Parado cada día está más loco, ¿no?
- Sí. En poco tiempo le atropelló Ant y le echaron de un curro de puta madre en no sé qué embajada. Se habrá quedado traumatizado. O igual va tajado, no sé.
- Bueno, ¿qué sabemos de la operación Libertaz?- inquirí.
- ¡Libertad, libertad, libertad!- berreó Parado con los ojos inyectados en esperma y poseído por el espíritu de Rivera.
- ¿Operación Libertaz?- cuestionó Jordi intrigada.
- Sí, claro. El caso Fórceps. He pensado que podríamos ponerle nombre, como en las pelis de polis- contesté orgullosamente.
- Aquí tiene, Subcomandante. Nesquik con ron, ¡menudo laxante!- interrumpió nuevamente Parado.
- Me gusta el nombre- dijo Jordi-. ¿Y crees que sería buena idea que en lugar de llamarnos por el nombre lo hiciéramos por colores, a lo Reservoir Dogs?
- No- repliqué. Recuerda que el Capi tiene un ojo chungo y aún lo confundiríamos más. ¿¡Bueno, hay novedades o qué, coño!?
- Aishhh, quita, quita, ¡qué asquito!- respondió Rai alérgicamente a la palabra “Coño”.
- Penélope, he aquí su sirope.
- ¡Coño!- repetí chillando.
- Aishhhhh- se esgarrifó Rai.
- Ja, ja, ja. ¡Coño!
- Aishhhhhhh
- Mariscal, quiere hielo en su ron Brugal?
- Déjalo, Subcomm- imploró jordisoler.com. Que luego soy yo quien tiene que aguantar sus pesadillas. Bueno, como te iba diciendo…
- ¡¡¡Se la metí y salí corriendo!!!- gritó Rai loco de contento.
Ambos se descojonaron nuevamente por espacio de unos cinco minutos hasta que jordisoler.com tomó la palabra de nuevo:
- Ahora en serio. Venimos de la embajada de Togo, donde encontramos una nota firmada por Z diciendo que había secuestrado al Capi, y que nos reuniéramos hoy aquí con él. Pero creemos que alguien puede haber suplantado su nick y avatar, ya que la nota no contiene crítica alguna a la política socio-lingüística del Tripartit, ni a la supuesta conspiración arbitral en favor del Barça. Y tememos que el suplantador esté ahora entre nosotros. Pst, en confianza, yo sospecho de Penélope y Oscarini. Aunque no descarto que Z esté realmente in the ajow. Pero, ¡ojo!: la chincheta que usó el secuestrador para colgar la nota es de una fábrica germanopolaca, como la señora de Fórceps. ¿No te da qué pensar?

- Tenga, Raimon, su cacaolat con Ron.

- Queremos que pongas en aviso a Joan CG- siguió Jordi-. En el tardofranquismo, él fue director gerente de una empresa de chinchetas en Calella. A lo mejor puede ayudarnos a cerrar el cerco sobre el secuestrador. O secuestradora, ojito.
Hemos pensado que, aprovechando que esta noche los dos tenéis clase de preparación al parto, podrías comentárselo. Nosotros lo hemos estado llamando, pero no lo coge nunca. A saber en qué recto tendrá el móvil

- Dálo por hecho- respondí orgulloso mientras notaba que algo vibraba en mi esfínter.

- Tenga, Rocco, su licor de Coco.

Tras esnifarme una aspirina efervescente para recuperarme del rollo que Jordi me acababa de soltar, me dirigí hacia la salida y advertí que, en una mesa y aislados del resto de la clientela, varios comensales maldecían a Parado por no querer servirles. Rambla, Towers, Ant, Álex... Todos expresaban gritando su descontento. Excepto el último, cuyos orificios se encargaban de rellenar el penúltimo y antepenúltimo.

- Se siente, su nombre no es corriente.
Llámense todos María y les serviré con agrado y simpatía.

Raudo y veloz, monté a Rummi y nos dirigimos al encuentro de Joan Cg.


Instantánea al óleo que evoca el viaje iniciático de Subcomm (izquierda) y Rummi (derecha)

- ¡Arre, Rummi, Arre!
- Oiga, que las cosas de Palacio van despacio, eh- sollozó Rummi.

A su vez, las agujas del reloj avanzaban inexorablemente.
Las ocho en punto…

Mientras, escondido en las caballerizas del lugar secreto en que se hallaba, Aarón se tocaba mientras montaba con gran ilusión un armario rosa de Ikea para guardar su Uzi, su burka, su libro de Ana Frank, su Heckler&Koch mp5 con silenciador, su Desert Eagle y su recién adquirido anal intruder para los largos ratos muertos.

- Oscarini, aquí tiene su martini.

lunes, noviembre 13, 2006

Episode VIII, by Kim

Se masca la tragedia...
Z, descolgó el teléfono:

- Herr Z, no hay nieve en San Moritz, la cartofen esta en la ollen. Continuazionen con el plan?
- Prosiga tetón, perdón, teutón.

A Z le jodía tener que elegir al agente alemán para llevar a cabo su plan, pero si hubiera elegido al agente asturiano, Fórceps se hubiera percatado enseguida. Llevaba tanto tiempo preparando esta misión, que no podía fallar por míseros detalles.

De repente, en la embajada de Togo, la luz se fue y todo quedo a oscuras...

El séptimo sentido del capitán se activo. Ese era el momento. Su escapatoria. Su única oportunidad para disfrutar de la libertad... Se encendió k cigarros a la vez, y esperó. Por fin podía fumar a gusto... Sin que nadie le invitase a salir a la terraza… Y eso fue lo último que hizo, ya que de repente, notó un fuerte golpe de cimbrel en el cogote que le hizo perder el conocimiento...



El Capitán, justo antes de caer inconsciente (nótese la presencia de Oscarini a su derecha)

Entretanto en la sala de control...

Raimon seguía intranquilo. Hacia días que tenía un presentimiento. Pero no sabía si era el pivote defensivo, el montillismo o una fístula que tenia desde pequeño. Lo que estaba claro es que algo no iba bien.

- Jordi. Aquí hay algo que no me cuadra.
- Cierto. El quinto episodio de la tercera temporada de LOST, no aporta nada y ya me estoy cansando – dijo Jordi, sin apartar la vista de sus mil pantallas.
- No “friki”, es el Capitán. Temo por su integridad.
- Tranquilo, el jefe es un tío exponencial – sentenció Ant, mientras se aplicaba el ultimo tinte Loreal en los bajos (le encantaba el efecto sorpresa que provocaba el contraste entre su rubia cabellera y su tuneado y oscuro parrus).
- Jodeeeeeeer, que no lo veis??? Al Capitán le han tendido una trampa. En el GPS aparece Penélope, Mariscal (el diseñador), vosotros, Filomena, pero la luz del Capitán ya no brilla. Ni cuando va al Bailen 22 la desconecta!!!
- Se fue a por tabaco y le dieron por el saco... – musitó Penélope, entre risas maquiavélicas...
- Tenemos que ir a por él – ordenó Jordi. Tú, Penélope, avisa a la Sra. De Fórceps y dile que la reunión se ha alargado, que no vendrá a cenar y que no lo espere despierta. No quiero que se enfade que sino le recortara una libertad más cuando todo esto termine.
- Y si no se lo traga?
- Pues empuja, mujer !!!
- Tu Mariscal Tro, avisa a los otros. Los quiero a todos dentro del vehículo en menos de lo que tarda Marujita Díaz en gastar un pintalabios.

Y al cabo de cinco minutos, el equipo al completo ya estaba montado en el vehículo de las grandes ocasiones. Conducido por Salanova, pues era menor y no podía beber, era un minibús de la “ultima farra”, ideal para pasar desapercibidos. Towers decidido esta vez a controlar él, el “tocata”, puso el “Umplugged” de Nirvana. Todo sea para animar la fiesta – pensó...
Detrás Penélope ya se había puesto la típica gorra de despedida de soltera con el cimbrel en la cabeza, y la lucia con orgullo (gay, of course) mientras que Ant le contaba a Rummy la mejor manera de tintarse y tunearse el parrus, que de eso, él sabia mucho.


Tras perderse cinco veces, atropellar a Catarina Mieras y Montserrat Tura que paseaban juntas de la mano (suerte que Oscarini no iba en el coche, no hubiera soportado esta escena necrogerontolesbica) y saltarse dos controles de Mossos de Cuadra, llegaron a su destino.

Al entrar en la embajada de Togo, en la cual ya estaba Joan Saura haciendo una fiesta para celebrar su nuevo cargo de Conseller de Interiores, se encontraron esta nota:

Se quedaron de piedra.

- En el IMPERATOR, que crueldad, pensó Raimon. Hacia años que no ponía los pies por allí, pero solo de recordar el personal que solía ir, se le ponían los huevos cual erizos de mar.
- Y que me voy a poner??? En un día no tengo tiempo de comprarme nada!!! - espetó Penélope, mientras volvía a repasar el calendario (no porque no supiera la fecha, sino para volver a ver a ese bombero que la traía loca).
- Y hay que ir directamente, o tomamos una copa antes? – preguntó Towers.
- Podré entrar? – dijo Salanova.

El único que estaba contento era Rummy, por fin podría ir a su discoteca fetiche sin dar explicaciones!!! Cuantas noches de gloria recordaba. La de maduritas que había puesto en dirección a Cuenca... Hacia días, que no se pasaba por allí (a causa del inmenso trabajo que le conllevaba administrar una supuesta porra automovilística), pero ahora tenia una excusa, y no la iba a desaprovechar…

Y ese mismo instante, Z tomaba un avión para llegar a Barcelona, donde lo estaban esperando sus esbirros, Oscarini y Zapatero, con el Capitán amordazado y atado a una silla en un oscuro hangar… El plan seguía como estaba previsto, y pronto obtendría lo que andaba buscando hacía tanto tiempo…

Continuará...

martes, noviembre 07, 2006

Episode VII, by Penélope

German connection

Esta vez el móvil sonó y Pe lo cogió a la primera…
-Dime…sí, de acuerdo… noooo!…. que no es de Trinity, que es de Catwoman!…no….no…que no me adoctrinoooo…vale, vale, valeeee… ¡adiós!
La verdad es que ella no tenía la culpa de ser mala, le pasaba como a la novia de Roger Rabitt, la habían dibujado así, pero se estaba planteando dejar de serlo con tal de no recibir tantas órdenes…en fin…
Volvió a conectar el teléfono y llamó a su contacto:
Una voz al otro lado contestó:

- Contraseña:
- “No seas botarate y come más tomate”
- Hola Pe, ¿es ya la hora?
- Sí… oye, deberíamos cambiar la contraseña…
- ¡Nunca!

La voz de Jordi sonó por los altavoces: Pe, a sala de control.

Cuando se dirigía hacia la sala dónde estaba Jordi, se encontró a Rummi.
Hacía mala cara, y no era extraño después de las de vejaciones sufridas durante el tiempo que llevaba al servicio de Fórceps. Era como si le hubieran dado un abono de por vida en Marina d´Or.
Quizás sería un buen fichaje para la causa… se lo comentaría a Z.

Entró en la sala de control, y se dio cuenta de que algo grave pasaba, junto a él estaban el Mariscal, Rai (al que guiño la nariz), y el tipo de los cuernos…
Podía controlar a los tres primeros pero a éste último iba a ser más difícil, sabía que no se fiaba de ella y podría poner problemas. Además qué se podría esperar de un adicto al agua oxigenada, era totalmente imprevisible y peligroso.

- Rápido, acabo de contactar con mi topo gigio y me ha soplado (a parte de 2500 € y dos iPod enanos) que Zapatero tiene una información que le concierne a Fórceps
- ¿Y qué podemos hacer, Jordi?
- Hemos de reunirnos con él en secreto. Lo haremos en la fiesta de la embajada de Togo, pero habrá de ir acompañado. No pierdas tiempo Pe y ponte en contacto con Eldeu, él sabrá que hacer…


- Eldeu, necesitamos tener una charla con Zapatero para ver qué quiere, hemos pensado que Fórceps puede entrevistarse con él en la fiesta del consulado de Togo, pero ha de ir acompañado…
- No te preocupes Pe, un momento:… Escarlataaaaaaa!
- Sí, mi amo
- Tú y “tus niñas” tenéis que hacerme un trabajito…
- ¿Otra vez? …¡eres incansable!

- No querida,…éste es un trabajo diferente.
Eldeu se quedó un poco desconsolado al verla marchar, y más ahora que Salanova estaba de recuperaciones…quizás podría llamar a KiM para “jugar” un rato…se le iluminó el rostro pensando en que su amigo era un experto en “francés”…


- Veo que por fin has podido domar a “las niñas”.Se hace tarde dijo Fórceps, mientras engullía el décimo Actimel para reponer su flora intestinal que estaba más deforestada que el Amazonas dentro de 5 años.
- Sí, es que como soy rubia y tonta siempre me hago un lío con los corchetes del corpiño.
- Ya…bueno, vale.
Rai se acercó al Capitán y le dijo:
- Estás seguro de que no quieres que te acompañe?
- Sí, no hemos de levantar sospechas y menos sobre mi hombría. Me llevo a la rubia.
Rai pensó: a buenas horas greensleeves!

Togo´s Embassy

- ¡Niña, deja de tocarte las tetas que nos están mirando! y date prisa que ya abren la puerta.

Fórceps se quedó mirando al mayordomo, lo que más le llamo la atención fue su cara, y eso que éste andaba totalmente en pelotas…
- Oiga, nos conocemos?, por cierto porqué va desnudo?
- No es así, es la última creación de de Ribera´s Fashion., y como tengo la piel como el culito de un bebé, me sienta a las mil maravillas. Acompáñenme.

Fórceps y su partenaire fueron llevados a una sala apartada.
Cuando se abrió la puerta, el Capitán supo que algo no iba bien. Al otro lado y vestido con sus mejores galas, incluyendo un collar de nécoras de la Ría de Arosa, estaba Oscarini.

- Hola nenaza, veo que has cambiado al Subcommander por una rubia tonta.
- No, no es mía es de Eldeu, se la ha comprado su mister para ver si deja tranquilo a Salanova de una vez…
- Ya decía yo, venga! te está esperando.

Desde el fondo de la sala salió una voz que dijo:

- Danke por venir, Herr Forceps.

¿¿¿Danke??? ¿¿¿Herr Fórceps??? ¿¿¿Qué estaba pasando???. Éste no era Zapatero, o por lo menos no el que él esperaba.
Sus peores sospechas se hicieron realidad cuando el tipo se acercó y le dijo:

-Soy Michael Schumacher, y esto es un secuestro.

A muchos kilómetros de ahí (más de 600) sonó un teléfono... las carcajadas de Z hicieron que se le hinchara la burka y soltara el Heckler&Koch mp5 con silenciador.

domingo, noviembre 05, 2006

Episode VI, by Antonimus

Tampones de guerra

Despertóse Oscarini de su premonitorio sueño. Aturdido tras la tremenda enculada que el Pitbull del capitán le había propinado y que le había dejado incosciente, se dirigió a los jardines del Palacete para encontrarse consigo mismo, el espíritu de Juanito y pensar el voz alta "Sigo siendo un macho, sigo siendo un macho...".
Mientras me dirigía a ver al capitán a bordo de mi Twingo tuneado color pistacho, pensé en el mail que había recibido. Las palabras ahí vertidas eran de extrema gravedad: "No se trata del pivote defensivo, que también...". "Dios mío, -pensé- se habrá lesionado Gudjohnsen? I ara què farem?".Recordé que tras la lesión de Gabri también habían saltado todas las alarmas en el Palacete, así que me tranquilicé pensando que quizás no fuera tan grave. Total, ya teníamos al escurridizo Saviola (The Dwarf) que sabía como batirse en duelos desiguales.
Al llegar me recibió Rummy, el mayordomo afeminado que el Capitán había recogido de la perrera porque le daba lástima.
- Sígueme bello Antonimus. Yo voy delante. Puedes pellizcarme el culo si te apetece.
Le seguí y le tiré de un pelo del perineo en un par de ocasiones para ver la reacción del plumífero. A cada estirada a éste le salía una gotita de loctite del prepucio."A éste hoy le han dejado insatisfecho", pensé.
Las estancias del Palacete seguían como de costumbre. Orgías aquí y allí. Estalactitas de lefa por las paredes que Rummy nunca limpiaba. Era un vago y no se le podía pedir más. A fin de cuentas siempre se había mostrado pasivo en todas sus relaciones.
Rummy, dió unos porrazos con el glande sobre uno de los enormes portones de semental de hiena del palacio. POM POM!.La puerta chirrió (gñíiii) y quedó entreabierta.Se escuchó la voz del capitán diciendo "Pasa, gañán, pasa".Al entrar ví a la bella Penélope tocando el piano de cola y al Capitán encima (del piano) preparándose para su sesión diaria de enema.



Me dirigí hacia ellos y le toqué un poco las tetas a Penélope, acto que le provocó un orgasmo múltiple seguido de diversas convulsiones y un squirt en toda regla.

- A sus órdenes mi Capitán. Para que se me requiere? -dije.
- Verás Ant; me he enterado de que hay un topo en palacio. Alguien quiere enterrarme antes de tiempo.
- Supongo que tendrá una lista de sospechosos, no?
- Por supuesto. Es una lista interminable. Empezando por la que toca el piano. Antes se ha puesto a tocar el "Go West" de los Pet Shop Boys. Creo que quiere matarme lentamente.
- Ya veo. Alguien más?
- No, nadie más. Ya te he dicho que la lista era muy larga.
- Bien, haré lo que pueda.
Me dirigí al miniaeropuerto del Palacete a buscar a Rai, Jordi y el Marsical Tro que venían expresamente de Tailándia para ayudarme a realizar las primeras pesquisas.Les recibí abriéndome la gabardina y mostrándoles el miembro. Sabía que eso les gustaba y les excitaba sobremanera.
- Hola camaradas. Cómo ha ido el viaje? -espetéc.
- Mal -respondió Rai-, hemos descubierto que al Mariscal no le pasa por el culo ni un pelo de gamba.
- Válgama Dios! -exclamé-. Los dictámenes de Luis Aragonés parecen llegar allende nuestras fronteras!.
- Ni que lo digas!
Esa voz me resultaba familiar.
De repente salió del avión Matías Prats (hijo), fumando un peta y enfundado en un traje de marinerito.
- Y es que Luis Aragonés ya conoce la cuenta naranja de ING Direct.

- Qué hace este tío aquí? -le pregunté a Jordi.
- Bah, es el copiloto de la aeronave. Como es lector habitual de mi blog número 159.737, le tengo confianza.
- El copiloto? Entonces, quién es el piloto? -pregunté.
- Pues Matías Prats (padre).
Este empezó a bajar de las escalerillas del avión a paso lento pero firme.
Me dirigí al viejo y le pregunté:
- Hombre, Sr. Prats. Cómo ha ido el viaje?
Con su particular voz respondió:
- Bien, hijo, bien. No había visto tantas estocadas desde la muerte de Manolete.
- Estocadas? Ha visto los toros por el plus desde el avión?
- No, que va -dijo-, me refería a Tro, que ese sí que está hecho un toro y se ha ido cincelando a todas y cada una de las secretarias desnudas de Jordi.
- Ah, y donde están esas secretarias? -me interesé por el tema por si acaso aún podía pillar cacho antes de volver al Palacete.
- Rai se ha dedicado a cortarles la cabeza y a tirarlas por la ventanilla. Una pena -respondió Jordi. Pero bueno, creo que el Capitán tiene a una secretaria que sirve para todo y quizá le haga una buena oferta. Se llama Penélope.
- Pues de ella precisamente quería hablarle. Es una de las principales sospechosas en la larguísima lista que me ha dado el Capitán.
- De veras? -espetóc Rai.
- Si. Al parecer le toca spaghetti dance de los 80 al piano.
- Mmmmm... Eso debería ser ya motivo suficiente para ser llevada a la hoguera. Sin embargo habrá que indagar más a fondo.
- Yo he traído el Anal intruder. Nunca viajo sin él. -dijo Matías Prats (padre)- Eso sí que repasa a fondo.
- Oigan y la tal Penélope ya conoce la cuenta naranja de ING? - remató Matías Prats (hijo).
Nos montamos todos en el twingo y nos dirigimos hacia el Palacete.
A medio camino encontramos a un tipo que hacía autostop en medio de la carretera.

- Oigan, paren, paren!

- A dónde se dirige buen hombre? -le pregunté

- Busco trabajo. Me han dicho que hay un Palacio cerca de aquí donde se puede conseguir un empleo digno y recolectar bolets incluso en invierno.

- Hombre, el trabajo digno quizás, pero tendrá que los únicos bolets que recogerá son los que cuelgan de la entrepierna de los invitados a primera hora de la mañana, después de las 73 orgías que hay cada noche.

- Un momento -inquirió Jordi-. Este tipo me da mala espina. Podría ser alguien que pretende infiltrarse en el Palacete para matar al Capitán.

Jordi, tipo cabal donde los haya, no dejaba nunca lugar a la duda.

- Cierto es -aprecié- será mejor que sigamos.

Dí marcha atrás puse primera y dí gas a fondo, llevándome por delante al autoestopista y desparramado sus sesos por el capó.
- Cáspita! -exclamó Rai- Me ha saltado un trozo de frenillo a la peluca.

Miré atrás y ví al pobre desgraciado medio decapitado pero vivo, al tiempo que gritaba "Libertad! Libertad!".

Una vez llegado al Palacete, Rummy volvió a abrirnos la puerta, con el consiguiente ritual de tirarle de los pelos del perineo.

Las estancias continuaban al mismo ritmo que horas atrás.

Pude observar que Salanova y El10 seguían tomando notas desenfrenadamente mientras el Subcomandante y Oscarini retozaban alegremente cual gracil baile de amor.

- Ya verás cuando vuelva mi novia de Inglaterra chaval! Se va a enterar de lo que vale un pene!

En la estancia siguiente la bella Yrsa estaba poniendo cachondos a Makilisto y La Rambla y, aunque se dejaba mirar, no les permitía los tocamientos, hecho que aún ponía más brutotes a los mirones.

- Dejádmela a mí, malandrines, que la pongo a caldo! -Gritaba Chiringui.

- Bah, no sabéis como tratar a una dama. Tenéis que tratarla con dulzura. Es lo primero que te enseñan en La Sorbonne. -apuntilló Kim.

- No en teniu ni ideia, putus pixapins! -elocubró Towers.

Y mientras Joan GC seguía riendo ante el espectáculo, detrás de una estatua de Franco subido a caballo, espada en alto.

Una vez llegamos a la habitación donde se encontraba el Capitán, éste aguardaba con una pera en el culo y una bombona de 50 litros que bombeaba agua caliente directamente hacia su recto, al ritmo del Jeronim0's Cadillac de los Modern Talking que Penélope hacía sonar desde el piano.

- Esta arpía me está matando! Porqué habéis tardado tanto cabrones!

Mientras, escondido tras unos matorrales, al lado de las caballerizas, aguardaba Aaron Z, sonrisa profidén en boca; con una UZI en una mano y "El diario de Ana Frank" en la otra.