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Sara Carbonero, Musa Oficial

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miércoles, noviembre 15, 2006

Episode VIIII, by Subcomm

Quién te lo iba a decir, tan joven y tan bonita
Desperté entre los tomatales del gol norte del Palacete con los pantalones bajados, un zumbido en mi recto y un sobre entre mis glúteos que contenía un billete de 200 euros, así como una nota de agradecimiento por los servicios prestados firmada por un tal JCg.
Aturdido, miré el móvil y vi que tenía un mensaje corto de Jordi:
“Subcomm, necesitamos reunirnos contigo esta tarde en el Imperator, a eso de las cinco. Necesitamos tu colaboración. Han secuestrado a Fórceps y hemos sido citados ahí por el secuestrador, digamos que a las doce de la noche.
Pero nosotros vamos a ir un rato antes y aprovecharemos para echar unos cubatillas. Ah, y no dejes de visitar mi nuevo blog sobre el comportamiento del Pez Manta Raya durante los duros meses de...”
Pulsé el botón de borrar mensaje y me eché a llorar como un Salanova, pensando que a lo peor Fórceps ya no podría devolverme nunca el manual para pintar blogs de verde. Haciendo de tripas corazón convoqué a Rummi para que me llevara a caballito al Imperator.

Galopa que galoparás, a las seis en punto llegamos al local. Sin embargo, los porteros impidieron la entrada a Rummi, por aquello de que no se puede entrar desnudo y con el seto mal recortado en una discoteca. Le até a una farola y le dije que fuera bueno y me esperara quieto.

Lo primero que vi tras hacer entrada en el antrow fueron dos varones borrachos treintañeros, sentados en sendos taburetes, vestidos con ropa típica de Togo y mostrando sin escrúpulo alguno media regatera de su culo. Tras hacer la gracia de colocarles dos tacos de billar a modo de banderita de autochoque, los saludé educadamente:

- Rai, Jordi, ¿qué tal?
- Ya ves- dijo Jordi.
- ¡Y candado!- replicó Rai como un resorte.

Se descojonaron y celebraron el gag como si su equipo hubiera ganado la décima Champions consecutiva y, tras secarse las lágrimas que rodaban por sus nalgas, Rai me espetó de Tarradellas:

- ¿Te has fijado? Han puesto a un camarero nuevo.

- ¿Y qué tal es?

- Constitución rocosa y rasgos aricharguerados- contestó Jordi con ojos lujuriosos-. Tiene cara de felarla realmente bien, y su short entrevé un premio de los gordos.

- Pelín zumbado, sin embargo- copypasteó Rai.

Una voz familiar sonó desde la otra punta de la barra:

- Buenas tardes, Subcomandante,
Los tomates de ahora ya no son como los de antes.

- ¡Parado! ¡La madre que lo trajo! ¿Qué hace trabajando aquí?- pregunté sorpreso.




Instantánea tomada en Imperator. De izquierda a derecha, Parado, Jordi y Raimon.



- Se enteró el amo del garito que no tenía trabajo
Y ahora me tiene sirviendo y chupando a destajo.

- Ya veo. Tiene mala cara, sin embargo- agregué. ¿Se encuentra bien?

- Mire, no le miento ni le engaño:
No he mojado en todo el año.

- Caramba, ¿y cómo se las arregla cuando el manubrio pide guerra?

- Pronto, Diez Minutos, Hola...
Cualquiera vale para darle a la gramola

- ¿Qué me está usted contando, depravado?- interpelé.

- Alberto de Mónaco, la Bordiu, Elena de Borbón,
Cualquiera vale para un buen pajón.
Mire, Parado, aquí tiene el teléfono de un amigo mío que también se pasa largas temporadas sin mojar el churro. Pruebe a que le cuente sobre sus métodos de masturbación, sobre los zumbadores anales que utiliza, sobre las posibilidades del sexo telefónico y tal.

Tras pasarle al señor Parado el teléfono de Eldeu, redirigí mi conversación hacia los dos energúmenos borrachos cuyas regateras ya no dejaban nada para la imaginación:

- Jordi, éste Parado cada día está más loco, ¿no?
- Sí. En poco tiempo le atropelló Ant y le echaron de un curro de puta madre en no sé qué embajada. Se habrá quedado traumatizado. O igual va tajado, no sé.
- Bueno, ¿qué sabemos de la operación Libertaz?- inquirí.
- ¡Libertad, libertad, libertad!- berreó Parado con los ojos inyectados en esperma y poseído por el espíritu de Rivera.
- ¿Operación Libertaz?- cuestionó Jordi intrigada.
- Sí, claro. El caso Fórceps. He pensado que podríamos ponerle nombre, como en las pelis de polis- contesté orgullosamente.
- Aquí tiene, Subcomandante. Nesquik con ron, ¡menudo laxante!- interrumpió nuevamente Parado.
- Me gusta el nombre- dijo Jordi-. ¿Y crees que sería buena idea que en lugar de llamarnos por el nombre lo hiciéramos por colores, a lo Reservoir Dogs?
- No- repliqué. Recuerda que el Capi tiene un ojo chungo y aún lo confundiríamos más. ¿¡Bueno, hay novedades o qué, coño!?
- Aishhh, quita, quita, ¡qué asquito!- respondió Rai alérgicamente a la palabra “Coño”.
- Penélope, he aquí su sirope.
- ¡Coño!- repetí chillando.
- Aishhhhh- se esgarrifó Rai.
- Ja, ja, ja. ¡Coño!
- Aishhhhhhh
- Mariscal, quiere hielo en su ron Brugal?
- Déjalo, Subcomm- imploró jordisoler.com. Que luego soy yo quien tiene que aguantar sus pesadillas. Bueno, como te iba diciendo…
- ¡¡¡Se la metí y salí corriendo!!!- gritó Rai loco de contento.
Ambos se descojonaron nuevamente por espacio de unos cinco minutos hasta que jordisoler.com tomó la palabra de nuevo:
- Ahora en serio. Venimos de la embajada de Togo, donde encontramos una nota firmada por Z diciendo que había secuestrado al Capi, y que nos reuniéramos hoy aquí con él. Pero creemos que alguien puede haber suplantado su nick y avatar, ya que la nota no contiene crítica alguna a la política socio-lingüística del Tripartit, ni a la supuesta conspiración arbitral en favor del Barça. Y tememos que el suplantador esté ahora entre nosotros. Pst, en confianza, yo sospecho de Penélope y Oscarini. Aunque no descarto que Z esté realmente in the ajow. Pero, ¡ojo!: la chincheta que usó el secuestrador para colgar la nota es de una fábrica germanopolaca, como la señora de Fórceps. ¿No te da qué pensar?

- Tenga, Raimon, su cacaolat con Ron.

- Queremos que pongas en aviso a Joan CG- siguió Jordi-. En el tardofranquismo, él fue director gerente de una empresa de chinchetas en Calella. A lo mejor puede ayudarnos a cerrar el cerco sobre el secuestrador. O secuestradora, ojito.
Hemos pensado que, aprovechando que esta noche los dos tenéis clase de preparación al parto, podrías comentárselo. Nosotros lo hemos estado llamando, pero no lo coge nunca. A saber en qué recto tendrá el móvil

- Dálo por hecho- respondí orgulloso mientras notaba que algo vibraba en mi esfínter.

- Tenga, Rocco, su licor de Coco.

Tras esnifarme una aspirina efervescente para recuperarme del rollo que Jordi me acababa de soltar, me dirigí hacia la salida y advertí que, en una mesa y aislados del resto de la clientela, varios comensales maldecían a Parado por no querer servirles. Rambla, Towers, Ant, Álex... Todos expresaban gritando su descontento. Excepto el último, cuyos orificios se encargaban de rellenar el penúltimo y antepenúltimo.

- Se siente, su nombre no es corriente.
Llámense todos María y les serviré con agrado y simpatía.

Raudo y veloz, monté a Rummi y nos dirigimos al encuentro de Joan Cg.


Instantánea al óleo que evoca el viaje iniciático de Subcomm (izquierda) y Rummi (derecha)

- ¡Arre, Rummi, Arre!
- Oiga, que las cosas de Palacio van despacio, eh- sollozó Rummi.

A su vez, las agujas del reloj avanzaban inexorablemente.
Las ocho en punto…

Mientras, escondido en las caballerizas del lugar secreto en que se hallaba, Aarón se tocaba mientras montaba con gran ilusión un armario rosa de Ikea para guardar su Uzi, su burka, su libro de Ana Frank, su Heckler&Koch mp5 con silenciador, su Desert Eagle y su recién adquirido anal intruder para los largos ratos muertos.

- Oscarini, aquí tiene su martini.