Fórceps despertó con sabor de sangre reseca en la boca y con algo que no le permitía articular palabra, algo duro. Su vista tardó un rato en aclararse, en parte debido a lo oscuro que estaba el sótano.
Un pequeño hilo de luz entraba por la rendija de una ventana tapada con fotos amarillentas de operación triunfo. Todas las paredes estaban empapeladas con fotos de ídolos de superpop. Desde Los Pecos hasta Bisbal pasando por Glenn Medeiros.
No estaba solo, habían tres personas más atadas. Estaban con la cabeza baja y el culo arriba desnudo. Viendo los culos dedujo que eran dos hombres y una mujer. Noto una leve corriente de aire en el agujero del suyo, por lo que dedujo que él estaba en la misma postura.
Sonó el cerrojo de la puerta y la adrenalina subió por su espalda, Entró un tipo vestido de gaitero una máscara de cuero negro con cremalleras. Llevaba una tele antigua de las que tenían antenas de cuerno. Empezó a instalarla mientras canturreaba una versión folclórica de Grease.
Fórceps bajó la cabeza, suponía mucho esfuerzo tenerla levantada. Lo que vio le intimidó. Por el suelo había juguetes sexuales rebozados de sangre. Bolas chinas, consoladores enormes, tangas de perlas... El suelo parecía un sexshop. También había una cesta de carne de la que sobresalía un brazo destrozado con un nomeolvides en la muñeca que llevaba inscrito Genaro, sin duda el antiguo propietario de la mano.
El gaitero levantó la cabeza de Fórceps por los pelos.
-Si te estas calladito te quito la mordaza y comentamos el partido.- dijo el gaitero. Por debajo de la máscara asomaban unas greñas rubias churretosas. Fórceps asintió. Estaba jodido, pero tenía su dignidad. En la tele estaban dando fútbol.
-Ese es el deu, mi amigo. A veces viene a casa a comer.- dijo el gaitero
Putas casualidades de la vida.
Uno de los dormidos levantó la cabeza, no era otro que el rey del INEM, Parado.
-mmm, mmmm- dijo
-Espera, que te quito el bozal-
-¿Qué esta pasando aquí? Fórceps ¿quien coño es este?- Parado empezaba a darse cuenta de la situación
-Fuera de juego del nueve- dijo Fórceps ignorando a Parado
-Están en línea ¿Ves?-
-Bien visto gaitero-
Raimón empezaba a mirar a su alrededor, aunque no ponía demasiada cara de disgustado. Fórceps lo miró de reojo. El culo de mujer no le sonaba, pero cuando se despertó, la inconfundible cara de Isabel Gemio asomó por debajo del culo que había tenido tiempos mejores.
Raimon desde entonces en las timbas de cartas.
Los ojos son los de viernes noche cubatero.
El gaitero se levantó.
-Ahora que estáis todos despiertos, va siendo hora de que me presente- Se quitó la máscara de cuero y su rostro le resultó familiar a todos.
-Soy Carlos Núñez, gaitero y os voy a proponer un juego.-
Máscara de Carlos Nuñez en reposo. Aquí lleva moño.
Silencio. Parado pensó que no le gustaría participar a un juego que se practicara en esa postura y con un gaitero sodomita.
-La cuestión es que solo hay una cosa que me enternezca más que el sexo forzado. La música y tenéis que darme placer. De una manera o de otra. Tenéis las manos cerquita especialmente para tocarme una canción con la gaita. Si no suena decente, os tocaré yo con mi gaita de carne- dijo Carlos Núñez mientras se manoseaba el paquete- Isabel, tu ni siquiera vas a intentar tocar una canción, que lo sepas- Isabel abrió los ojos de par en par, con cara de susto, aunque algo fingido.
-¿Quién quiere empezar?- dijo Carlos. Fórceps levantó la mano con desden
-Yo, que ahora están en la media parte ¿Alguna petición?-
-ejercicio libre-
-Vale, enchúfame el soplador en el culo y veras algo espectacular-
Darth Fórceps con su máscara espada de luz oscura.
El cipote brilla en la oscuridad como si fuera un Gusiluz.
Fórceps infló la gaita demostrando tener gran control de sus intestinos y tocó una versión de la respuesta está en el viento que hizo llorar al gaitero mientras seguía el ritmo palmeando el culo de la Gemio. Al acabar la canción un aplauso inundó el sótano mientras el gaitero se apresuraba a desatar a Fórceps. Fórceps se apoyó en el cogote de Isabel Gemio y preguntó en voz alta
-¿Y ahora a quien le toca?- ya habría tiempo de subirse los pantalones.
Raimón puso la cara del que ha visto a alguien conocido por la calle e intenta esconder el rostro, cosa que canta más que disimula.
Carlos Núñez le puso la gaita en la boca mientras Fórceps se carcajeaba y la Gemio humedecía los labios. Entre arcadas infló la bota e interpretó una triste versión de Cumbayá. Carlos Núñez se lo miró con cara de compasión
-Ya me pensaré que hago contigo, por cierto, el que suspenda el examen de música, acabará relleno de amor y en el cubo de la carne de los canelones- dijo señalando a la carne picada con nomeolvides- Pensad que tengo muchos invitados para cenar y me vendría bien llenar el congelador.-
Carlos Núñez puso su cara de loco de concierto mientras se acercaba a parado con la gaita en la mano. La boquilla pastosa chorreaba a cada paso lento que daba. Fórceps le susurraba al oído a la Gemio
-Esto no lo sacas en el sorpresa sorpresa ¿eh?-
Carlos Núñez estaba a un palmo de Parado mientras se oía el chapoteo del pis de la Gemio cuando se abrió la puerta de golpe.
-¿Carlos, que cojones haces?- dijo Penélope
- Preparar la carne para los invitados - dijo antes de carcajearse como los malos de las películas
-Estas tonto. Estos son los invitados ¿No ibas a ir al cementerio a por carne?-
-Es que me daba pereza y estos pasaban por delante de casa-
-Estos no pasaban por delante de casa, iban a casa. Suéltalos-
Carlos empezó a soltarlos a todos bajo la mirada atenta de Penélope, pero cuando llegó a Isabel Gemio dijo
-A esta no la conozco ¿La cogiste en la puerta?-
-No, calle abajo-
-Había gente-
-Nadie-
-Bueno, pues ya tienes carne. Vosotros si queréis acabad de ver el fútbol y jugad. En el lavabo hay toallas limpias por si os hacen falta, pillines.-
Penélope preparando los canelones.
En la punta tiene agujero para el cigarrito.
Todos sonrieron mientras se cerraba la puerta. Todos menos Isabel, que no sonreía precisamente. Penélope escucho la cabecera del programa de la Gemio tatareada por los niños y sonrió.
La cena fue muy amena, Alex llegó un poco tarde y se perdió parte de los prolegómenos. Carlos resultó ser un tipo la mar de simpático. Alex repitió dos veces y felicitó a la cocinera por la bechamel, que dijo era la mejor que había probado en su vida.
-La hemos hecho con todo el amor de nuestros… corazones.- dijo Fórceps.
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