De camino al bar Bitúrico donde había quedado con su ex, Fórceps tuvo a bien desviarse de su camino para agenciarse con medio gramo de farlopa. Quería estar hecho un jabato cuando llegara el momento soñado de su reencuentro con el hojaldre de su príncipe azul.
Tuvo también a bien hacer un stop and go en el bar de Parado para echar unos gintonics, y así estar dicharachero y chisposo para cuando llegara el momento soñado del reencuentro con su ex.
Consideró, empero, que andaba alterado en demasía , por lo que creyó oportuno llegarse en un momento a la lampistería de Penélope para que le pasara de estrangis 30 euros de hachís.
Jesús.
Convenientemente encocado, tajado y fumado, Fórceps empotró su Supermirafiori contra la comisaría de los mossos d'esquadra y andó hacia el bar donde había quedado con su otrora amado.
De camino al bar Bitúrico dónde había quedado con su ex, el sujeto A consideró que ya no tenía estómago para hacer el amor de nuevo con Fórceps, por lo que consideró oportuno llegar a la cita con alguna copa de más, coctelería Johnthedoor mediante.
Pero su plan fue un fracaso. Apenas terminó el cocktail "Supercopa de España" vio que ya no servían el "Supercopa de Europa" ni el "Mundialito de clubes". Y no tenía tiempo de esperar a que el barman le preparara un "Liga" o un "Champions-lí”, por lo que fue al encuentro de Fórceps más lúcido y sereno de lo que él había planeado.
Diez y media de la mañana. Bar Bitúrico. Finalmente, las miradas de Fórceps y del sujeto A se cruzaron de nuevo tras siete (7) años. Una mezcla de nerviosismo, asco, excitación y metonímia recorría el cuerpo del sujeto A, mientras que una mezcla de cocaína, dixan, luzil, tiza, nobel, ginebra de garrafa, disolvente, pegamento y medio y marihuana recorría el cuerpo de Fórceps.
Cayó desmayado al suelo tras rebotar en el glande del sujeto A.
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