No es intención de este post caer en el muy manido, cualquier tiempo pasado fue mejor, sino que forma parte de una serie de dos post con la intención de mostrar el paso del tiempo en cuanto a las costumbres, inventos, y evolución de la sociedad.
Seguramente para todos vosotros será mucho más interesante la segunda parte denominada FUTURO (comonopodríaserdeotramanera) porque permitirá que cada uno de vosotros pueda usar la imaginación y aportar como se imagina el futuro cercano.
En este post que nos ocupa, permitirme que use el cartel de una película que me parece brillante en algunos de sus momentos “El Balneario de Batlle Creek” para mostrar como ha sido la evolución desde finales del XIX.
Los que comen cereales para el desayuno, sobre todo los de cierta marca, se preguntarán quién los inventó. Pues en ésta película Alan Parker lo explica a su manera.
Ayudado por su compatriota Anthony Hopkins, hace una incisiva y surrealista visión del inefable John Harvey Kellog, inventor de muchas cosas, un vegetariano fanático, severísimo padre de familia numerosa y que regenta un balneario en donde cura a gente enferma, el Battle Creek. Hopkins hace una composición magnífica e irónica del peculiar personaje como un hombre egocéntrico, manipulador, gran orador capaz de vender neveras en el Polo Norte y que siempre repite los mismos eslóganes hasta que acaba convenciendo a la gente, sobre todo su pasión por demostrar lo repugnante que según él es comer carne, defender el sexo sólo para la procreación y como enemigo de una vida saludable, aparte otras extravagancias.
Un día llega a su balneario el matrimonio Lightbody, William y Eleanor (Matthew Broderick y Bridget Fonda), ya que él está enfermo del estómago y esperan que se cure allá. Por otro lado, el ambicioso Charles Ossining (John Cusack) espera fundar una empresa de cereales para el desayuno con el intrigante Goodloe Bender.
La hipocresía de Kellog, su mala relación con su hijo adoptivo George (Dana Carvey), al que llegó a repudiar y que vive como un marginado odiando a su padre y saboteando su balneario, queda como lo que era, un personaje patético, orgulloso, ridículo y ególatra.
Pero a lo que íbamos, cuantas cosas que parecían probadas en el pasado son aplicables todavía? Quizás las relacionas con la naturaleza (campo y mar) son las que mantienen el tipo (y la coca cola claro), pero y que más?
Palaceteños todos, estrújense el cerebelo y aporten, aporten, ideas, costumbres a cual más inverosímil que se haya mantenido hasta nuestros días o que no lo hayan hecho.
Me atrevo a listar una serie de cosas que por una razón u otra han pasado a la historia o casi:
- El boli bic de 4 colores.
- Los reproductores de videocasete
- El walkman ladrillo.
- Las tiendas de menuceles: tripas, pulmón, corazón, sangre…
- Los comics en blanco y negro, también llamados tebeos
- El Sprectrum.
- Los pañales de tela.
- Las compresas tipo pañal.
- Las gaseosas de sobre.
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