Después del autobombo pasotón y tontorrilla que he estado haciendo estos días respecto a mi PCLDA, he decidido autosecuestrarlo. Los motivos son variados, como corresponde a un ser que se enorgullece de ser capaz de dar respuesta a las más diversas cuestiones. No sé exactamente qué quiere decir la última frase, pero mola.
El principal motivo es el respeto a la tradición. ¡Oh, la tradición! La tradición es la respuesta a preguntas que ya nadie hace. Pero permanece. O remane. Y del mismo modo en que Pe come coca en Sant Joan y turrón en Navidad y castañas (en zumo) por Todos los Santos (del infierno), yo decido autosecuestrar mi post. No quiero ser menos que Chiringui.
Otro motivo es el profesional. Todos sabéis que me dedico al lucrativo negocio de la venganza. Y la venganza no se ejerce solita. El barrido de gilipolllas llleva su tiempo, oh, sí, abundan en demasía.
Tengo más motivos, no os creáis que no. El siguiente es el luleo. Lulear por casa el poco tiempo que me queda después de vengarme agota mis reservas: hay que poner lavadoras, llenarlas de ropa, darle al botón, etc. Hay que pasar la aspiradora por los techos, desmontar las ventanas, pintar los retretes, atizar el fuego, encalar la vajilla y preparar el puré de ñu. También hay que salir a la caza de la focha, hacer chopped de garbanzos, moler el grano y la pústula, tallar puntas de lanza, hacer pan con la panificadora, que para eso la tenemos y casi que no la usamos, y no os cuento lo de las chuletas de brontosaurio.
Y además, atiendo a mis aficiones: he estado KiMeando bastante, viajando allende fronteras. Os contaría lo que vi más allá de la nebulosa de Orión, pero como en Palacete nadie lee, y JoanCG lo sabe, mis palabras se perderían como lágrimas en la lluvia.
Y luego está el tiempo que dedico a las ONG: mi cargo como Subsecretaria de Asuntos Felinos de Palacete me obliga a asistir a una infinidad de reuniones. Que suelen realizarse en los mejores restaurantes. Tomados de la Guía Secreta de Palacete. Esto no solo consume mucho tiempo, sino también ingentes cantidades de dinero que, amablemente, las saneadas cuentas de Palacete ponen a mi disposición. También se consumen ingentes cantidades de alcohol, vive Orbison. Uy, se me ha escapado, haced ver que no lo he dicho.
Y tengo que reservar un tiempo también para hozar con mi cerdito: son legendarios nuestros paseos por el bosque, bucólico y nemoroso, buscando trufas y regalándonos con bellotas, tomando la dulce agua que brota en las quebradas y maravillando nuestra vista en la contemplación de each other. Sub disfruta especialmente de los momentos en que trenzo coronas de hiedra y madreselva y juego a ensartárselas en su rizada colita. He dicho colita, no sé si decir rabito hubiera sido peor.
Por suerte, mis labores de gnomeo se reducen a llenar la nevera, ya que mis esporas hace tiempo que pasaron al estado de larva y no molestan demasiado.
Sinencambio, el Comando Tupper (Morgana, Patty, Pe, Lula y Duquesa, fyi) me tiene frita (jajaja! He dicho frita, como mis huevos, qué graciosa soy!). No, en serio, son horas y horas de revisar cientos de miles de millones de miríadas de sandalias. Agotador, what else.
Y luego tengo que atender a mis clases de dicción, a ver si aprendo a pronunciar Ô al modo canónico, y revisar los monigotes alexianos antes de que los publique, y darle palmaditas en la espalda a Rai para que se anime, y rendir pleitesía al General Fórceps sin excesos, que luego se crece, y Jotear en mi propio vloc, y cultivar mis tomates cherry como Paradox, y pasarle el Netol a los candelabros para que Cherinola no se pringue, y hacer sopa de aletas de tiburón para Corser, y jugar al parchís con Player, que si no se aburre, y tomarle la lección a Moi, ahora que está de exámenes, y concertar los conciertos de Alfi y Hru, y discutir en finlandés con Antonimus, y parar los penaltis que lanza Eldeu, y perseguir a Victr para que salga de los matojos y se tome la sopa (de manivelas), y atizar a Richiwichi para que Be(eeee) no se salga del rebaño, y apuntalar a Towers, que towers más altas han caído, y darle collejas a Lin el becario, y recordar a Elnan, que casi que no se pasa por aquí, por su salud mental, y brindar con Vito, y a veces vrindar con Bito.
Y lo del plan para dominar el mundo que estamos elaborando Rummi y yo, bueno...ya os enterareis MWAHAHAHAHAHA!
|