- Bien, bien, hazme un buen encuadre. Mecagoenlaputa con el jodido Kim… ya vuelve a darle a la zambomba. ¿Cuántas lleva hoy?
- Con ésta son 17.
- ¡Fantástico! Vamos a batir el récod mundial. Guarda unas tomas para El Pimiento de mañana y otras para La Tarde con Acensión…
- Hecho, jefe.
- Pues venga, ahora vayamos con Lula.
Las luces rojas que coronaban todas las estancias de Palacete se encendieron al unísono y de repente sonó una voz estruendosa:
¡¡LULA, AL SOFÁ!!
Lula corrió al baño, se pintó los ojos tan rápido como pudo, se pasó el lápiz de labios color negro con una admirable precisión, y mientras se quitaba los tejanos sacó del bolsillo de los mismos una minifaldita púbica que se colocó a una sorprendente velocidad. Se ciñó las braguitas para que se vieran, se arregló el pelo con un movimiento automático, se miró por última vez al espejo, y corrió a la sala del sofá. Sólo había necesitado 45 segundos…
- ¡¡Lula!! ¡Pero qué guapa está mi niña!
- ¡Hola Merceditas! ¡Tú también estás radiante!
- Y qué, ¿qué te cuentas? ¿Cómo va todo en Palacete?
- Ooooooooh, fantástico Merche, fantástico. Los compañeros son superguays, y es una experiencia que me está viniendo muy bien. No la olvidaré nunca…
- Aaaay, la CASA… ¡pero qué tiene esta casa que os hace a todos entrar en éxtasis por Diosss!
- Es que no sé, es tan, tan, tan… ¡Es lo mejor que me ha pasado en esta vida y lo estoy disfrutando al 200% buaaaaaaaa!
Lula, como mandan los cánones,
desencajada al poco de iniciarse la entrevista
- Se te nota, Lulilla. ¡Peor no me llores mujer! Bueno, explícame qué ha pasado esta mañana que te oído gritar como una loca…
- Pues no recuerdo… ¿siempre grito así, no?
- Cierto, cierto… Pero has roto dos sillas y la marquesina del patio…
- Ah, OK, ya recuerdo. Pues que me han desaparecido mis bragas brasileñas.
- Pero con lo sucios y desorganizados que sois todos, que parece que hagáis 2º de ESO, cómo no vais a perder las cosas…
- Que no, que no, que esas bragas las guardo debajo de mi cama. Ha sido el cabrón de Lin, seguro, que me quiere echar del Palacete desde el primer día y se dedica a desestabilizarme ¡buaaaaa!
- Pero vamos a ver, Lula, ¡si ayer os estábais morreando y dando abrazos en los establos que lo vi yo con estos ojitos! ¿Qué ha pasado exactamente?
- ¡¡Le odio, le odio, le odio!!
- Ay... Pero cuántas veces os hemos dicho que Palacete no es más que un juego, como la vida misma…
- ¡Que se lo folle un pez al muy sodomita!
- ¡LULA! Ya te he dicho que no puedes comportarte así, y que si vuelves a insultar o a romper cosas…
- Qué cínica eres… con lo que os gustan estos cristos para subir audiencia… Además, Merceditas, sé que en realidad eres el Dr. Jota.
- Lula, la estás cagando, hija. Siempre has sido así de rebelde?
- Yo hago lo que me da la gana. Así hay que vivir la vida. O pisas o te pisan.
- Bueno, pues ya lo ven, señores… Venga maja, mejor que votes de una vez.
- A ver… le doy un punto a Lin. Que se joda…
- Aha… muy bien, otro puntito para Lin-Lín (qué gran recolector de puntos...).
- Luego le doy dos puntos a Orbison.
- Pero si acaba de llegar el pobre hombre...
- Pues precisamente por eso. A la puta calle con él. No queremos trolls aquí…
- Pero qué mala y divina eres, hija mía…
- Y finalmente, mis tres puntos van a parar a la desgraciada de Pe. La muy asquerosa también me la tiene jurada desde que ha visto que el Doctor BE sólo tiene ojos para mí… ¡Valiente desequilibrada! Me pregunto cómo pudo pasar los tests psicológicos para entrar en Palacete...
- No los superó, Lula, no los superó. Por eso pudo entrar en Palacete, como tú y el resto…
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