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Sara Carbonero, Musa Oficial

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domingo, septiembre 16, 2007

La trobada del Kim (segona part), by Emili


Preguntas por aquí, preguntas por allá, la misteriosa dama de negro preguntando y respondiendo, la dama pelirroja riendo a pata suelta y la dama morena y motera escuchando...y yo durmiéndome como el oso Yogui después de haber comido... en plan bulto sospechoso.

Destacar la bonita e informal vestimenta del prota, sobretodo su desparpajo, su sentido del humor, su cierto toque místico y unas gafas de personaje intelectual venido del este en busca de sangre cual sediento vampiro. Pero sobretodo yo destacaria su gran espontaneidad, naturalidad....y una enorme dosis de humanidad.

Nos explicó su gran pasión viajera, oigan ustedes ahí tienen un trotamundos, vive Phileas Fogg. También nos explicó los platos de su casa y la triste razón por la cual nació cacholata y moriria cacholata. Por supuesto este es un tema reservado que está clasificado entre los documentos secretos de palacete.

Esta vez el rimel no fue el protagonista, ni l'espatarrant traje negro de Sor Keksi (le añades un antifaz, un sombrero, una espada y un sayo y tenemos a Antonio Banderas por la rambla del Borne) o sus conversaciones sobre inmigración con el mito rumano. Ni tan siquiera yo, tan o más callado que nunca. Pero nuestra gloriosa protagonista fue Pe, oigan, inolvidable...
Mañana saldré en el caso. Un servidor la víctima, Penélope, la verdugo. Pero voy a ser valiente, vive Willis.

Les explico el hecho tal como fue.

Pe- pss pss, camarero, venga venga aqui. Sirvame otra cervecilla, muchas gracias.

Camarero- lo siento, no puedo atenderla, esta terraza... pertenece a aquel bar de detrás suyo.

Pe- sin palabras

Una carantoña, de camarero simpático y gentil pero de cerveza na de ná. Esto le costó a Penélope una depresión de caballo de la que todavia no se ha recuperado.

Entre llamadas secretas de móvil al inclito rumano que nos tenian con la mosca tras la oreja al resto de los allí presentes por ese elenco de amantes ocultas que debia tener el gañan. Morgana que debia atender sus compromisos tuvo que marchar antes de hora. Además al resto se nos hacia tarde (en especial a Kim, vaya usté a saber porqué) y ya debiamos escampar la boira...

Para entonces llegó la mejor actuación de la tarde: impagable ver a Kim caminando como un pato cojo por aquellas calles. Besos, abrazos, despedidas varias, quiero un hijo tuyo... y sobretodo aquel beso con toques eslavos que Kim y un servidor tuvieron bien a darse delante mismo de la iglesia de la mare de Déu del mar... Después se fueron las dos niñas y el yogurín por un lado placeta arriba y un servidor por el otro lado en busca de su percherón verde cual solitario Alatriste.

Fins la propera amic Kimet. T'estimem.