Faltaban bolas para jugar al billar y debieron decantarse por la ruleta. Vive Angel Maria.
La partida, en principio definitiva, debia situarse en torno de la gran ruleta del palacete's casino. Empezó bastante fuerte el aspirante al trono pero con tres tiradas seguidas a rojas el Sub de palacete empezó a remontar posiciones. Mientrastanto las apuestas echaban humo y todos los habitantes cruzaban sus miradas con inusitada ansiedad. Es cierto que el famoso pastor au velletero le puso tenacidad, empeño, dedicación y fe en la victoria pero una manga de desafortunados y lamentables errores en la tirada le dejaron descolgado. Hubo una purutesta formal ante el jurado palaceteño a causa de los dados que no llegó a buen puerto. Parecian trucados pero se trataba de sutiles paranoias del joven aspirante para engañar al tribunal. I no n'hi ha dret, no senyor.

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