Palacete Spaghetti Western VIII by Corser Baxter

Forceps esbozó una sonrisa y una lagrimilla recorrió su mejilla, embargado por la emoción. Sin perder un segundo, disparó a Pe en el costado, provocando que terminara de caerse al suelo, retorciéndose de dolor. Corser y J, estupefactos por el giro inesperado que había dado la situación se pusieron a cubierto detrás de unas ruinas. Corser dio un giro brusco y disparó a Forceps sin tino, el cual de un ágil y felino salto, se coló por la ventana de una casa, rompiendo los restos de cristales que quedaban. J intentó lo mismo con Rai, pero éste ya había abandonado su posición y se había situado detrás de una pared.

-Me cago en Bill Gates, todo el plan al garete en el último momento, cagoenla….

-Joder, pues habrá que improvisar algo, genio.

-Voy a rodear la casa y me encargaré de Rai, tú dale caña al Capitán. Crees que Pe está muerta?

-No lo se, creo que no. Pero ahora no hay tiempo para eso, sino quieres que nos vuelen el culo. Vamos!

Corser y J, altamente concentrados en su plan de ataque

J subió raudo por una escalera que estaba medio derruida por una explosión. Llegó hasta el piso superior y apoyó la espalda en la pared mientras recuperaba un poco el aliento. “Que harían Jack Bauer o Vic Mackey en esta situación?”, se dijo a si mismo. Asomó la cabeza por la esquina de la pared para otear el interior de la estancia, pero raudo tuvo que esconderse porque Raimon le disparó, rompiendo un trozo de pared. “Mierda!! Putos pisos de protección oficial, no resisten nada! Vale, ya lo tengo”. Tal y como estaba acostumbrado a verlo en las series policíacas, J quiso emular a sus héroes de ficción, realizando el típico movimiento de policía chulillo y sobradete consistente en disparar un par de veces para que el enemigo se resguardara y lanzarse posteriormente con una ágil voltereta, abriendo el ángulo de tiro, rodilla al suelo y disparo a la cabeza. Lo tenía claro, lo había vislumbrado en su cabeza. Disparó dos veces y se lanzó con decisión hacia su objetivo. El movimiento fue realmente patético, ya que las únicas volteretas que sabia hacer eran aquellas que realizan los niños torpes entrados en kilos que suspenden gimnasia y son el hazmerreír de la clase, apoyando la cabeza en el suelo y, después de mantenerse en el aire unos instantes, caen por la fuerza de la gravedad, generalmente hacia un lado ya que no se dan apenas impulso, torciéndose el cuello. J, pese a ello, consiguió caer hacia adelante, dándose un espaldarazo de tres pares de narices. Raimon al ver aquel triste espectáculo que acababa de dar un hombre que ya tenía una edad para hacer esas tonterías, empezó a partirse de risa. En ese instante, y para sorpresa de J, una lámpara enorme de 700 kilos cayó sobre Rai, que quedó tendido en el suelo, inconsciente. Por lo visto, cuando realizó los dos disparos al aire, uno de ellos dio en la lámpara, dejando medio roto el cable que la sostenía. La fortuna parecía aliarse con él. Sacó el colgante con la imagen grabada en oro de Linus Torvalds y le dio un beso, dándole las gracias por seguir con vida, aunque tenía los riñones destrozados.

J, en el momento de su glorioso aterrizaje

Una vez neutralizado Rai, J se dirigió presto a echar una mano a Corser, que se estaba encargado de Fórceps. Llegó hasta donde habían tenido su última escaramuza con el Capitán, pero allí no había nadie. Paró un momento, ya que notaba que le faltaba el aire. Se dijo a si mismo que se apuntaría a un gimnasio sin falta viendo su deplorable estado físico, pero faltaban muchos años para que los urbanitas los inventaran, así que desestimó esa opción. Agazapado, entró en las dependencias de la casa donde hacia un rato se había refugiado el Capitán. No había ni rastro. En ese mismo instante oyó como crujía la madera del piso superior y algo de alboroto, como si alguien estuviera forcejeando. Se apresuró a subir, resoplando, visiblemente rojo y cual fue su sorpresa al ver que Forceps y Corser no estaban precisamente peleando por sus vidas, sino que estaban plenamente entregados al trío que estaban llevando a cabo con Pe.

-Pero…pero que coño es esto?, espetó J

-Eh? Ah, Jota, al fin llegas…creo que aun queda un agujero libre, te apuntas? Le contestó Corser.

-La leche puta…organización, coño, organización!! Alguien me puede decir qué clase de broma pesada es esta?

-Tranquilízate hombre. Es muy sencillo, Fórceps me ha ofrecido gentilmente la vicepresidencia de Palacete City, una remuneración muy interesante y pase VIP para el burdel…

-Vamos J, únase a nosotros. Le daré un puesto a usted también, bribón. Ministro de Interior o algo así. El dinero del explotado contribuyente es abundante. Coja un poco para usted y déjese de monsergas liberalistas, hombre. Dijo Forceps

-Y tu Pe? No nos comiste la cabeza con todo aquello de la venganza por tu pueblo, sacar del poder a este tirano y gobernar Palacete City con justícia, honradez y ecuanimidad?

-Gesi jkjlfen feioei, Perdón –dijo Pe, sacándose un objeto cárnico de la boca.- Eh, si bueno, pero Fórceps me ha hecho una oferta de recalificación de los terrenos de PVC para construir un campo de golf muy interesante, aparte de entrar a formar parte del Gobierno. Que eso de la justícia y la paz y toda la verborrea esa está muy bien, pero coño a todos nos gusta vivir bien. Y nada estábamos aquí celebrando el pacto del Tinell en cuestión.

-Madre de Diox bendito!! Que decepción!! Por un puñado de miserables dólares habéis vendido vuestros principios!! ¡¡Vuestra alma!! Me dais asco!!

-Ministerio de Ciencia y Tecnología y 10000 $ andorranos mensuales, carruaje con chofer, dietas y VISA a cargo del Gobierno, dijo CF.

-Pero, por quien coño me ha tomado!! Se cree que acaso estoy en venta?

-20.000

-Hecho

Y así fue como quedó establecido el nuevo Gobierno de Palacete City. Conseguiran restaurar la paz y la justicia nuevamente? Viendo al personal lo dudo pero eso...eso es otra historia....

THE END