Mientras Rai y J caminaban por los imponentes y renacentistas pasillos de Palacete, Moisés, el Relaciones Públicas e Institucionales, se cruzaba en su camino por casualidad.
-Hombre! ya habéis llegado-dijo Moi.
-Sí, llevamos un rato en Palacete y nos dirijimos al despacho Oval de Fórceps para jugar la partida de Mus-aclaró Rai mientras le guiñaba un ojo a Moi.
Moi no entendió nada pero le siguió el juego. Lo que si vió el Relaciones Públicas es que J no estaba en condiciones de presentarse ante Fórceps, así que convenció a Rai para llevarse a J con el fin de acicalarlo.
La verdad es que tengo una mañana atareada pero este hombre debería cambiarse de ropa.-comentó Moi.
Me parece bien, realmente J parece un despojo humano. Tienes razón Moi, pero quiero que esté preparado en 15 minutos, ya hemos perdido suficiente tiempo por culpa del Señor Parado.-dijo Rai.
J cada vez estaba más desorientado, no entendía nada.
Moi se llevó a J a uno de los vestidores de Palacete dónde se almacenaban trajes, camisas, corbatas y todo tipo de ropa elegante. Allí apareció Keksi, una de las mujeres de Palacete y vinculada al Departamento de Protocolo, el cual también estaba controlado por el polifacético Moi.
Keksi fue la encargada de escoger la ropa para J. Ella propuso que J pasara antes por la ducha pero Moi se pensó que Keksi quería aprovecharse de J para realizar con él juegos eróticos en el Jacuzzi, así que la propuesta de Keksi fué denegada automáticamente.
-Ni hablar, vístelo, peínalo, afeitalo y mándaselo a Rai en 15 minutos.-aclaró Moi.
Moi desapareció de allí y se dirigió a su despacho, dónde se encontró con un hombre que le estaba esperando. Se trataba de un nuevo candidato para convertirse en Mayordomo de Palacete.
-Pase, pase, tome asiento caballero, llevo una mañana de perros, muy atareado pero a usted le estaba esperando con "candaletas".-dijo Moi.
El hombre se sentó mientras su interlocutor le echaba un vistazo al currículum a toda castaña.
-Cáspita, es asombroso, tiene usted más méritos que la mayoría de todos nosotros, no entiendo cómo alguien como usted quiere conformarse con ser un simple Mayordomo. Moi estaba desconcertado.
-La verdad es que soy una persona muy servicial, por suerte en mi familia, tenemos el dinero por castigo y yo lo único que pretendo es sentirme útil y que mi trabajo beneficie a mis semejantes.....
Moi pensó que aquél hombre estaba como un cencerro pero ciertamente tenía unas referencias inmejorables:
15 años en Buckhingham Palace como jefe de Mayordomos, MBA en Administración y Dirección de empresas, dominio de 5 idiomas y chapurreo del Cherinolí, cinturón negro de Karate y Aikido, carrera de hostelería con una nota media de 9, conociemintos de cocina en la Academia de Ferran Adrià.......y un largo, larguísimo etcétera....
Moi no salía de su asombro.
-Verá, buen hombre, aquí en Palacete cada vez somos más inquilinos y yo no doy más de sí, me multiplico por 5 pero voy de culo y en realidad mis obligaciones son otras. Así que es necesario la presencia de alguien que organice todas la tareas del Palacete, para ello, dispondrá usted de un harén de 12 sirvientas a las cuales deberá dirigir con mano firme, las fiscalizará y controlará. Eso sí, de tener relaciones con ellas será usted despedido.
-Hombre ¿por quién me ha tomado, por un salido?
-Jeje, no le tomo por nada carajo, solamente le aviso de lo que hay.-aclaró Moi.
-Piense que aquí en Palacete, está lleno de perturbados y desequilibrados mentales, así que no se fíe ni de su sombra. Es sólo un consejo pero hará bien en hacerme caso.
-Aparte de las sirvientas, usted también tendrá bajo su control a 3 jardineros, 2 chófers, 5 gorilas de la empresa de seguridad, 4 cocineros, 2 peluqueras, 1 masajista y 1 entrenador de fitness. Mi secretaría le detallará los pormenores del contrato.
Moi se levantó y se dieron la mano.
-Bienvenido a Palacete, señor...señor....-dijo Moi que no recorba el nombre del futuro mayordomo.
-Towers, Mr.Towers, para servirle a usted, a Dios y al Señó Cherinola.-Dijo Towers.
Seguidamente, Towers abandonó el despacho de Moi, el cuál, cogió el teléfono y contactó con Sucomandante.
-Habbemus Mayordomum- dijo Moi mientras se fumaba un puro.
-Fantástico, daremos un salto cualitativo enrome, ya lo verás. No hay que reparar en gastos- dijo Sucomm mientras se palpaba la entrepierna instintivamente.
Mientras tanto, Keksi ya había terminado con J.
-Está usted impecable, está para que le hagan un favor-decía Keksi mientras se le caía la baba observando la elegancia natural de J.
-Gracias señorita es usted muy amable.
-Ahora sí, ahora ya puede ir a reunirse con el Capitán Fórceps.
-Fórceps? quién es el Capitán Fórceps? y yo, ¿que coño estoy haciendo aquí?-dijo J desorientado....
|