La cena de navidad se prolongó durante dias.
Regularmente los comensales se atansaban al "b" (cuarto de baño) para descambiar la pela o pelársela directamente.
El hedor a papas, heces y cocaina tumbaba de espaldas. No pocos iban al b a empolvarse la nariz, de tal guisa que un montículo de coca ya podía verse a lado y lado de la cisterna.

Cuando llegó la medianoche del 31, había más gente tirada por el suelo que en las sillas.
Fórceps se levantó de su butaca, se subió los pantalones, se hurgó la nariz, cogió su pistolón y golpeó su copa de cava.
Ding-ding-ding...
La congragación se incorporó, casi todos alcanzaron sus butacas Recaro.
Inició su discurso:
-Amigos: me permitirán que enlace el discurso de navidad con el de año nuevo. Ya son las cero cero : cero cero, año nuevo. Feliz 2092, año del centenario del Koemaniazo.
"Viva! Albrícias! Uretra! Sapristi!" Exclamó la concurrencia.
-Este año 91 que ya metemos en la caja de pino ha dejado eventos de notable calado a escala mundial. La desaparición del llavero, la invención del penalty-córner, el descubrimiento del continente perdido de la Atlántida, la obsolescencia del avión en pro de la máquina de teletransportación, inventos mios todos ellos destinados a hacer a mis feligreses más felices en sus quehaceres diarios.
-" Viva... Albrícias... Uretra... Sapristi..." murmuraba la asistencia, previendo que esto se alargaría horas.
-No todo ha sido bueno –continuó el sátrapa aceitoso- ha habido también incidencias. La decisión del Consistorio de limitar la velcidad máxima a 6 Km/h ha disparado el número de cagadas en la cuneta, con el subsiguiente menoscabo para el "ente" (medio ambiente).
Otrosí, la muerte de 19 Papas este año y la subsiguiente ascensión de Botarate Sétimo deja en bastante buen lugar a los teóricos de la conspiración. Algo huele mal en el Vaticano.

Ni Dios dijo nada, parecían dormir.
-Pero pasemos a analizar, si este puñado de zombies que ahora efectúa entrada por la puerta principal tienen a bien no interrumpirme, los puntos que a vuelpaluma he enumerado anteriormente.
No le dió tiempo a decir más. Seis zombies se abalanzaron sobre él y le metiron dentellada.
Más, muchos más, seguían entrando por la puerta, torpe pero implacablemente....

|