- No deberías haber venido- dijo Fórceps.
- Eso ya lo dijiste en el post anterior, General- interpelé.
- Sí, coño, ya lo sé, pero es que de eso hace tres días, y más de un lector no salió arreglado del todo del proyecto hombre.
- ¡Ya estamos otra vez que si el Moi es tonto!- se quejó amargamente Moi.
- Me cago en la puta de oros, ¡que nos desviamos otra vez del tema!- dije. A ver, Vito, ¿con quién has pasado la noche?
- Con Morgana.
- ¡Qué cabrón!- chilló Daviz.
- Mierda, mierda, mierda- solté (no es que me pusiera a cagar, si no que dije tres veces “mierda”)
- ¿Qué pasa? ¿¿¿Tiene algo que ver con el hecho de que tenga un ligero escozor anal????
- No, no es eso. O también, no sé. El caso es que cada vez que un hombre de Palacete se ha acostado con alguna integrante del Comando Tupperware (en adelante CT) ha empezado a desarrollar síntomas muy raros. Y no acertamos a dar con el por qué.
- Yo cada vez estoy peor- acertó a decir Daviz mientras se le caía el intestino grueso al suelo.
- Sí, éste es el que está más p’allá de todos- prosiguió Kim-. Hasta que no sepamos qué coño nos está pasando hemos decidido encerrarnos en esta habitación, lejos de esas arpías.
- Pero… Lula… Lula está aquí- dijo Vito más temeroso que Xavi disponiéndose a chutarle desde fuera del área a Casillas.
- Tst, Lula- dije tras hacerle un gesto de aprobación con la cabeza.
Lula se puso de pie y se levantó la falda.
- De “esta” no hay de que preocuparse, dijo Fórceps soltando una risotada que se contagió a toda la plantilla 2007/2008.
Vito, aún cariacontecido, preguntó por qué Daviz sí salía y entraba de la habitación a su antojo.
- Bah, a éste ya está en lista de espera para ir a hacer compañía a Satán.
- Hijof de pfuta!- vociferó Daviz mientras intentaba evitar que se le cayera la mandíbula inferior en la garrafa cortada por la mitad con comida para perros de Moi.
Mientras tanto, y a pocos metros de ahí, Keksi mandaba un mail a todas las integrantes del comando tupperware (en adelante CT):
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