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sábado, noviembre 10, 2007

Falsete: El pasajero del tiempo (I), by Emili

This is not a true story this is only an adaptation based on a novel from H.G.Wells.

En el Palacete Town del s. XIX un célebre antepasado del lugar se encerraba dias y noches haciendo continuamente números sobre grandes pizarras durante el tiempo libre del que disponia cuando no estaba dando clases en la Palacete's University, un complejo estudiantil de ocio, tipo Marina d´Or a la catalana y que estaba anexo a modo de barracones al gran palacio. Mientras daba una de sus monótonas clases una alumna le guiñó un ojo mientras degustaba un chicle de perejil mentolado. Joan, que entre otras aficiones era un gran amante de la gastronomía del lugar, tenia sus manias. Le gustaba gran variedad de platos, con la condición que no se los condimentaran a base de perejil. A pesar de ello el aliento de Doña Raimoneta le llegó mientras cogía la tiza de color verde, cayendo en el vil anzuelo universitario. De vuelta a casa Joan se dijo a sí mismo.

- Debo marchar. No soporto esto. Demasiada presión para mi. No puedo soportar el aroma del perejil aunque la chica sea de buen ver, sea peluda y tenga una hermosa trompa de color rosado. Las elefantas me gustan aunque no sean reales; conque sean vasallas ya me conformo.




En esas que decidió acabar cuanto antes sus cálculos y sus experimentos para terminar el prototipo y poder embarcarse en el ingenio lo más rápidamente posible. El cacharro en cuestión ocupaba una pequeña salita de su aposento.
La dama de llaves también conocida como "ama del calabozo" era una fiel lugareña conocida por su arte culinario, en especial por sus famosos canelones, un pelín salados para qué negarlo, y sobretodo por estar siempre soltando tacos e insultando a "tóo quiski". Una vez enterada de sus planes le dijo al Sr. profesor.

- Tenga cuidado con el viaje, eso no es más que una mierda de cafetera express. Hombre Sr.Joan, si el viaje que va a emprender no va a ser muy lejano me puede llevar a coscoletas. Mire, en Egipto me llevaban los camellos y por muy científico que usted sea... usted no es más que un ser vivo al igual que un bicho cheparudo de esos...¿Acepta o no?


Joan le dijo que debia marchar solo. Así pues nuestro entrañable inventor montó en el trasto construido por sus manos. Estaba muy orgulloso de su obra,que aparte de viajar por el tiempo también servia capuccinos i talladets
El ingenio funcionaba con irlandeses como combustible y era un motor de varios tiempos,yo ahora no me acuerdo cuántos. Ciertamente viajar en eso salia más caro que hacerlo con Iberia pero valia la pena porqué daba menos problemas que hacerlo en Renfe. Y encima podias conocer a tu parentela prehistórica lo cual era muy apetecible.

De este modo subió, encendió motores y partió con un estruendoso ruido entre nubes de humo, rumbo al palacete de la Edad Media, concretamente al palacete del s. XIV...


(to be continued)