La luz se colaba entre las rendijas de la persiana. Abrió un ojo y enseguida lo cerró por el escozor que invadía su retina. Como pudo alzó la mirada e intentó adivinar donde estaba. Unas mujeres semidesnudas dormían junto a el, pero fue incapaz de reconocerlas. Notó una presión en sus pies. Un hombre de mediana edad yacía allí ataviado únicamente con una máscara en forma de cabeza de vaca. Dirigió su mirada hacia él. Una especie de cencerro colgaba de su cuello y algo sospechoso y alargado de forma fálica y de color azul sobresalía de su trasero. ‘Papá? Joder, pero que coño…’. Como pudo se deshizo del hombre propinándole una patada en la cara, tirándolo de la cama. Ni se inmutó. A duras penas se pudo incorporar. Un póster con dos chicas vestidas de enfermeras en plena actividad tijeril le produjo pensamientos confusos, aparte de un crecimiento de su amigo más íntimo. El objeto cilíndrico que había sobre una mesilla llamó su atención. Haciendo un gran esfuerzo alargó la mano y observó con detenimiento su hallazgo. Tenía un aspecto que le resultaba familiar. Lo palpó. Un recuerdo cruzó por su mente: ‘Una vagina en lata’. Creía que él tenía una, recuerdo de su infancia, pero su mente no funcionaba con la agilidad suficiente para procesar más datos. Al girar la cabeza observó algo que le permitió situarse al fin. Una imagen a escala de Jesús Gil en la piscina de su casa en Marbella con el slogan “The World Is Yours” le hizo ver la luz. Sonrió. Estaba en su habitación. Ante aquella visión una única palabra pasó por su mente: ‘Grande!’
Los ojos le ardían y creía que la cabeza le iba a estallar, pero tambaleándose pudo llegar hasta el lavabo. Se echó agua en la cara para ver si así podía espabilarse un poco. Detuvo la mirada en el espejo intentando recordar lo que había acontecido la noche anterior. Una punzada en el estómago le apartó de sus pensamientos. El dolor intenso le hizo doblegarse. Forzó su esfínter y un gas liberador empezó a salir. El leve efluvio fue aumentando en caudal y sonoridad, alcanzando unas cotas que ya les gustaría para sí mismos a los valencianos en la mascletá. Silencio. Un hedor fétido invadió lentamente la sala, denso e irrespirable. Arrastrándose como pudo, salió de la sala infecta. ‘Dios, ya sabía yo que mezclar el whisky con una gotas de keroseno no era una buena idea’. Se incorporó y anduvo dirigiéndose hacia el exterior para airearse un poco. Cuando llegó a la sala de estar, los restos de una fiesta de cumpleaños le hicieron recordar que el día anterior había sido la onomástica de su padre y que el tinglado se les había ido de las manos.
Mientras desayunaban, no pudo evitar formular a su padre la pregunta que le rondaba por la cabeza:
- Papá, antes en mi habitación te vi con una máscara de vaca, un cencerro y un dildo que salía de tu…
- Ah, bueno, el juego del tolón, tolón…simulas ser una vaca mientras te percuten por detrás, haciendo sonar el cencerro. Cosas que tiene el consumo de cristal...no me lo tengas en cuenta. Ha llegado una carta para ti. Te la manda un tal Moisés, RRPP de Palacete, sabes quien es?
- Sí, es un head hunter de reconocido prestigio. Cuentan por ahí que tiene problemas de fe y se ha tirado a la bebida. Qué dice?
- A ver: Apreciado señor Corser, Nos dirigimos a usted para comunicarle que ha sido seleccionado para entrar a formar parte de esta nuestra comunidad de Palacete. Estamos reclutando a la elite de la sociedad y su perfil es el que buscamos. Si está decidido a formar parte de nuestro equipo, preséntese en nuestra morada en un plazo de dos semanas. Confiamos en su presencia. Atentamente, Michael Night. Ah, no espera, está tachado, Atentamente Subcomandante, administrador. Palacete...mmmm...
- Que sabes acerca de ellos, padre?
- Poca cosa, se que su líder espiritual es un tal Capitán Fórceps, un excéntrico sátrapa adorador de Satán y de sí mismo, conspirador donde los haya. Es el inventor del GAS-GAL (gaseador de gallumbos), que le ha permitido amasar una gran fortuna. Dicen que anda detrás de la desaparición de Lluis Llach, el día después de que éste emitiera un comunicado en el que afirmaba volver a la música en activo.
- Vaya, no es muy alentador, pero si nos quitó del medio a ese peñazo de tío, merece mi respeto. Me acercaré, a ver que se le ofrece. Presto, cogió el teléfono rojo y se dispuso a llamar a su amigo Batman que se había hartado de luchar contra el crimen y había montado una empresa de transportes.
El bat-cóptero lo dejó delante de Palacete. Se acercó a la inmensa puerta exterior. Un cartel en verde fosforito rezaba “Beware of the Robot”. ‘Que gente tan rara’, pensó. Pulsó el timbre. Un enorme robot le abrió la puerta. Sin mediar palabra el robot encendió unas luces rojas de alarma y lanzó una ráfaga de rayos láser con muy malas intenciones. Suerte que Corser siempre llevaba consigo su sable jedi y pudo repeler el ataque. Un hombrecillo con un chándal color butano se acercó corriendo y desactivó el robot con un pequeño artilugio.
- Mierda, perdona, es que últimamente le he introducido unas modificaciones y no termina de carburar bien. Seguro que Penélope la ha cagado con las soldaduras Soy Alex. Bienvenido.
- Joder, tenéis más peligro que un mono con una bomba. Soy Corser, venía por esto. -Le entregó la carta que había recibido.
-Ah si, pregunta por el Subcomandante, él te llevará. Está allí. Yo voy a ver si reviso el cacharro este.
Anduvo un poco por las extensas praderas del jardín de Palacete y encontró a Sub sentado en una tumbona, agarrado a una botella de Ballantine’s.
- Hola, busco al Sucomandante. Es usted?
- Hhhhhnngghhhtttthhh....ffffff….no...zoy Bond, James Bond…tantarantan tantantantantarantan jijijiji….bffff, -le dijo antes de caer al suelo al intentar levantarse.
- Que dice? No le he entendido una palabra. Soy Corser y vengo por el asunto del Reclutamiento.
El hombre estaba en claro estado de embriaguez. Eructó sonoramente y le hizo un gesto con la mano para que lo siguiera. Se subieron a su aerodeslizador Tatooine Edition comprado de segunda mano en los moradores del desierto.
Después de impactar cuatro veces contra las paredes, arrancar de cuajo tres gárgolas, estar a punto de volcar otras siete y al borde de llevarse por delante a Ant. y al Dr.J que estaban tranquilamente instalando Linux en su nuevo portátil mientras visionaban Dexter, llegaron a los aposentos reales.
Entraron en la sala y encontraron a Fórceps, acicalado con una camiseta de leopardo y una gorra de la Marina Norteamericana sodomizando a un hombre que agonizaba con la cabeza envuelta con una bolsa de plástico y atado a un artilugio metálico.
- Ehhh...hola Capi, te traigo a Corser para nuestro comando de elite.
- Valiente hijo de Satanás, como coño tengo que decir que no se me moleste en mis ratos de asueto? No tenéis respeto por nada. Anda, desata a Raimon y quítale la bolsa, a ver si vamos a tener un disgusto y se va a asfixiar. Ah! Perdona chico, soy Abraham Emmanuelle Fórceps, el Hudini del siglo XXI.
Pese a que el capitán no había tenido la deferencia de ponerse de nuevo algo de ropa y le estaba rozando con su miembro erecto, Corser dio un leve paso atrás y le estrechó la mano.
- Un placer
- Bueno, hijo, como doy por hecho que si estás aquí es porque eres un tío viril y altamente cualificado...Cuales son tus aficiones?
- Eh...pues tajarme y tirarme a frescas.
- Que cabrito! Vive Espartaco Santoni. Amigo Corser, bienvenido a Palacete.
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